lunes, 11 de julio de 2011

Murillo es muy grande

Acabo de terminar el Catálogo razonado de pinturas de Murillo de Enrique Valdivieso: un gran libro, muy bien editado (y muy bien escrito*): y todo al servicio de la pintura de Murillo, uno de los más grandes pintores del mundo.

Gracias a él Murillo sigue creciendo todavía más -si cabe- en mi admiración, como pintor y como persona. Un detalle: fue enterrado bajo el cuadro del Descendimiento de Pedro de Campaña, que, según Ponz, iba a ver con frecuencia; cuando el sacristán quería cerrar, Murillo le respondía que «estaba esperando a que acabasen de bajar de la cruz a aquel divino Señor».

Y poder recordar ahí cuadros que he visto en directo -muy buenas fotos: el libro vale la pasta que cuesta- me ha hecho imaginarme lo que sería un programa de viajes de ricachón que me gustaría, recorrer el mundo a ver sus cuadros: ir a Dublin a ver la serie que tienen allí, luego al Ermitage, pasearme por los muchos museos de USA (por ejemplo santa Justa y santa Rufina en Dallas) y dedicar un mes en Sevilla a ver lo tantísimo suyo que tienen allí (qué envidia me dan los sevillanos).

Y ya debí ver el San Lesmes del Museo de Bellas Artes de Bilbao (estuve, pero no me acuerdo casi: tengo muchas ganas de volver, es uno de los mejores museos de España). San Lesmes fue un francés que trajeron a Burgos -cuenta Valdivieso- para introducir la reforma litúrgica gregoriana: y qué bien que Burgos tenga un patrón francés internacionalista:




*Al principio, explica esto sobre su modo de presentar el texto inicial: «tiende a resumir lo ya conocido de cada obra y a aportar nuestra particular visión y criterio sobre sus características técnicas e iconográficas, tratando de ser precisos y no de remontarnos a Adán y Eva en su análisis, como está tan de moda entre algunos integrantes de la nueva generación de historiadores del arte» (p. 11).

8 comentarios:

  1. Gracias por esta entrada, tan necesaria. Aún hay mucha gente que tiene a Murillo por un pintor "menor", lo cual es no sólo falso, sino absurdo. Ramón Gaya, por ejemplo, lo ponía, dentro de la pintura española, sólo por debajo de Velázquez. Yo recomendaría, a quienes tengan ocasión de hacerlo, que echen un vistazo en el Prado al "Sueño del caballero", en la galería principal, y particularmente a la maravillosa figura de la mujer dormida.

    ResponderEliminar
  2. Sí, yo también he aprendido mucho de Murillo gracias a Gaya. Ese cuadro es grandioso; estuve viendo ayer otra vez la foto despacio: los dos -marido y mujer- dormidos. Una de las últimas veces que estuve en El Prado pasé un buen rato allí, acordándome de Gaya.
    Valdivieso también lo considera uno de los mejores cuadros de Murillo.
    A mí me gusta Murillo desde hace mucho, pero algún amigo de arte se reía cuando le decía que me gustaba: esperemos que la gente vaya cayendo en la cuenta de lo grandísimo que es Murillo.

    ResponderEliminar
  3. El tratado clásico (1981), en tres volúmenes, es de Diego Angulo Íñiguez, que también publicó un resumen en la serie de "Arte Hispalense" de la Diputación de Sevilla.

    ResponderEliminar
  4. Pero han pasado 30 años del libro de Angulo: también en Humanidades se avanza. Valdivieso es discípulo de Angulo: este Catálogo es nuevo, treinta años después, y pretende ser exhaustivo.

    ResponderEliminar
  5. Aunque no tenga nada que ver con el tema aquí tratado, no me resisto a contar una anécdota que se refiere al apellido Angulo. Hace ya bastantes años, un jugador de baloncesto llamado así, y que había pertenecido al Estudiantes, fue contratado por el Madrid. Con ocasión de jugar por primera vez en el Ramiro, esto es, en la cancha de su antiguo equipo, le hicieron una entrevista en que le preguntaron qué recepción esperaba por parte de la hinchada, la famosa "Demencia". Él dijo que era consciente de que se meterían con él -era parte del juego-, y que lo era también de que, de cara a los pareados sarcásticos que eran de esperar, sabía que tenía un apellido demasiado invitativo como para dejarlo pasar.

    ResponderEliminar
  6. Pues acabo de ver en Iberlibro que el tratado de Angulo Íñiguez en tres volúmenes, cotiza en librerías de viejo, entre los 600 y los 1100 euros.

    ResponderEliminar
  7. Joaquín, yo hablaba en esta entrada del Catálogo de Valdivieso, no estaba concediendo el premio al mejor libro sobre Murillo.
    Siempre consigue sorprenderme (y descolocarme) tu modo de utilizar elementos como 'pero', 'aunque' y 'pues': siempre parece que consigues hablar de otra cosa.

    ResponderEliminar
  8. Don Enrique Valdivieso, profesor sevillano, es un destacado autor de libros de arte (en especial pintura del siglo de oro). Y a nivel más modesto, cuando me examiné de selectividad (allá por las calendas de 1981), leyó en el tribunal una breve disertación sobre arte abstracto, que hubo que escuchar, resumir y comentar (no sé si se siguen haciendo pruebas como esta, en selectividad: ¿prueba de atención?).

    ResponderEliminar