Veo que en Castilla-La Mancha el nuevo gobierno -me alegró que ganasen, es un poco como el Real Madrid: te alegras de que gane y luego piensas -¿y a mí qué me va en ello? pero te acuerdas de amigos que lo han celebrado con tanta alegría y te vuelves a alegrar; y luego piensas: al menos se mueve el cocotero y quizá rompan con dinámicas nefastas: y allí mira que estuvo años Bono, que es uno de los políticos que más detesto, repartiendo relojes a jubilados, siempre haciéndose fotos con obispos y luego votando a favor del aborto, burgués y pretencioso, con poses de falangista y marrullerías de raterillo.
Pues ese nuevo gobierno -digo- va a cargarse, entre otras cosas, el Consejo Económico y Social, chiringuito que descubrí que está en todas las Comunidades Autónomas cuando, cabreado por un informe repugnante (PDF, en gallego) que hizo el CES gallego a la Ley de medidas de apoyo a la familia, me puse a curiosear en su web: ahí descubrí que sindicatos, empresarios y comparsas forman el tal organismo, que emite informes sobre leyes "económicas y sociales". Y en ese caso, ya se ve que cuatro feministas radicales de los sindicatos de siempre habían llevado la voz cantante y habían aprobado el tal informe que, ya digo, es una de las cosas más repugnantes que se han podido aprobar en Galicia.
Menos mal que el Gobierno gallego, al que le llegó el tal informe, no hizo ni caso.
Y entonces, cabe preguntarse, dejando de lado por un momento que gusten más o menos esos informes: para qué están.
Toda la pinta es que al menos en Galicia están para hacer agit-prop institucional.
Bien, pues que cierren el chiringuito y nos ahorramos una pasta de informes no sólo malos sino también inútiles: las leyes, que las haga el Parlamento con los asesoramientos que necesite y a correr.
Y los sindicatos, que no apoya nadie, que dejen de subvencionarlos con el dinero de todos, como veo con alegría otra vez que también van a empezar a hacer en Castilla-La Mancha.
Y quizá el ejemplo de antes del Real Madrid en realidad no sirva: algo bueno están empezando a hacer allí y deberíamos imitarlos al menos en eso.
A mí se me ocurren muchas más cosas, pero por algo se empieza.
Hace ya bastantes años, y durante un verano, tuve ocasión de ayudar, como pasante-aprendiz, a un abogado laboralista. (Luego, la vida me ha llevado por caminos muy distintos). Pude entonces ver y palpar las condiciones en que muchos trabajadores, especialmente en empresas pequeñas (y particularmente en la construcción), tienen que trabajar, condiciones infinitamente peores de lo que marcan los convenios (que en ciertos ámbitos son puro papel mojado), y con la amenaza del despido sin indemnización perpetuamente sobre sus cabezas: porque es o eso o nada. Sabiendo esto, imagino que el comentario sobre los sindicatos (única, y bien pobre, defensa con la que pueden contar frente a tanto abuso e injusticia) se debe a desconocimiento de la realidad. Porque sería, la verdad, bastante amargo pensar que se deba a simple indiferencia.
ResponderEliminarSi los trabajadores necesitan sindicatos, que al menos se afilien, digo yo.
ResponderEliminarY una cosa son las condiciones laborales inhumanas y otra que una a tipa a sueldo de un sindicato la paguen mis impuestos para que suelte lo que se le ocurra.
Y es alucinante que el estado tenga que pagar a los sindicatos porque los trabajadores no tienen interés por mantenerlos.
Y ya sabemos todos cómo se subvenciona a los sindicatos a base de "cursos de formación".
La frase "si los trabajadores necesitan sindicatos" me sigue pareciendo del todo ajena a la realidad. Las condiciones, en las palabras del propio Ángel, "inhumanas" con que muchos trabajadores se enfrentan día a día son, desgraciadamente, reales. Y a no ser que a él se le ocurra un modo de defensa mejor, y que pueda actuar no en los grandes ámbitos, sino justamente en el día a día de las empresas (y, repito, particularmente las pequeñas), en cuyo caso haría bien en contárnoslo, poner en duda su utilidad es tanto como decir que a él no le importa en absoluto la inhumanidad de dichas condiciones. Lo que, naturalmente, supongo que no será el caso.
ResponderEliminar"Si los trabajadores necesitan sindicatos" no es una frase, es una prótasis condicional; para ser frase necesita del otro término, que es "que al menos se afilien, digo yo". No afirmo: establezco una relación condicional.
ResponderEliminarAhora explícame tú por qué no se afilian.
Y explícame a continuación por qué es importante que los sindicatos estén subvencionados por el estado.
Lo de por qué los trabajadores no se afilian (se afilian poco, habría que decir más bien) a los sindicatos tiene que ver, en mi opinión, con una larga tradición que ha pervertido el sentido de la actividad sindical. Los, así llamados, "sindicatos" franquistas no eran tales sindicatos, sino la negación misma de ellos: de hecho, un instrumento de control más de los trabajadores.
ResponderEliminarY, respecto a la subvención pública, es lo que ocurre entre nosotros con tantísimas organizaciones de reconocida utilidad pública, empezando por los propios partidos políticos y siguiendo por asociaciones profesionales, de consumidores, ONGs y docenas de ellas más. Puede discutirse el modelo, es decir, si deberíamos ir hacia un entendimiento de lo social más dependiente de la iniciativa privada. Es el ejemplo de los USA (no, en general, de Europa, donde la tradición es otra), y desde luego tiene el defecto de producir graves injusticias; basta pensar en el modelo de sanidad allí imperante y compararlo con el nuestro, que, con todos sus defectos, me parece indiscutiblemente superior, y muchísimo más justo.
Gracias por tu entrada, Ángel. Le da todavía más fuerzas a uno. Si supieras la de cositas que hemos pagado en Castilla-La Mancha, el analfabetismo militante impuesto y el cinismo más absoluto, mediocridad y forofismo cazurro... Qué alegría escuchar ayer a Cospedal. Ah, y que se apliquen todos (también en Galicia). Ya vale de milongas que salen caras (y además son mu malas). Un abrazo.
ResponderEliminarHablando de Consejos y consejillos, en casi todas las autonomías hay el Consejo Consultivo, el de Cuentas, el Defensor del Pueblo...
ResponderEliminarY si quieres vomitar, mira los últimos nombramientos del Consejo de Estado: Mari Tere de la Vogue y ...Rodríguez Ibarra, que como todo el mundo sabe es un consumado jurista...
Vamos, Marinero, que la culpa del desinterés de los asaliariados actuales por "sus" sindicatos es de... ¡los sindicatos franquistas! Francamente, conozco chistes mejores.
ResponderEliminarRespecto a esos datos de "hace ya bastantes años", con "condiciones infinitamente peores de lo que marcan los convenios (que en ciertos ámbitos son puro papel mojado", ¿cómo no van a ser papel mojado? ¿o es es lo mismo Dragados y Construcciones que Construcciones Páez?
Volvamos a la realidad, ya.
Y otro día, Marinero, oh imbatible polemista, hablaremos de verdades y metiras respecto de la sanidad en los Usa.
ResponderEliminarGracias por lo de "imbatible polemista", pero ni una cosa ni otra; ni soy imbatible (todo lo contrario) ni me gustan las polémicas. Respecto a la sanidad en los USA, tengo un amigo que vivió allí varios años, concretamente en NY, como corresponsal de algunos medios de prensa escrita, y que incluso hizo un reportaje precisamente sobre la sanidad. Y sólo te diré esto: si alguna vez he de ponerme seriamente enfermo, por Dios que sea en España, y no en los USA.
ResponderEliminarPerdón por el exabrupto: estaba mosqueado por otra cosa y cargué las tintas con Marinero. Lo siento.
ResponderEliminarNo es por presumir, pero hoy El País me da la razón.
ResponderEliminarAcepto, desde luego, las disculpas de Enrique Baltanás, que le honran (eran del todo innecesarias). En el calor de las polémicas se dicen a veces cosas infinitamente más graves. Pero, dado lo fácilmente hirsutas que tienden a ser las discusiones en esta España de nuestros dolores, ese escrúpulo suyo, ya digo, le honra de veras. Gracias.
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