martes, 24 de mayo de 2011

La frase (el making of)

Puedo decir el sitio y la hora exacta donde me vino la frase: entre Padrón y Milladoiro empecé a jugar con tres compuestos llamativos y me salió una frase que me llenó de orgullo: gafapastas, perroflautas y pagafantas.
Como buen literato (y en ese momento me sentí tal) corrí a dar a conocer al mundo mi logro. Era secundario que la frase fuese exacta: no tiene uno inspiraciones así más que una vez cada cinco años.
Luego le busqué la exégesis y me salía un 0,1% de perroflautas (me caen bien, pero lejos), un 0,4 de gafapastas (yo soy un poco gafapasta, aunque no tenga gafas) y un 99,5% de pagafantas (a los pagafantas les tengo gran cariño porque si yo hubiese estado en el mercado del ligue, habría sido un pagafantas de primera categoría).
Pero era una frasé crítica, muy crítica; partía de un rechazo visceral a toda la movida de esos días: no me gustan ni las acampadas, ni los sacos de dormir, ni las asambleas ni los debates ni las comisiones ni los buenrrollismos autocomplacientes. Detesto eso de que la juventud es la época de los ideales: es la época del ímpetu, de las ilusiones y de la ignorancia.
Yo me siento cada vez más reaccionario, me veo cada vez más cerca de Bloy y Gómez Dávila. Frente al optimismo ilustrado y la 'épica' romántica, soy básicamente pesimista (aunque por suerte, al final -pero al final del todo- optimista) y partidario de no saltar del tren, por lento que vaya: al menos va para adelante y va por las vías. No quiero ir en un triciclo hacia atrás, por grandes recuerdos que me traiga de la infancia.
Por lo demás, no me parece que haya nada más antidemocrático que toda esa movida. Si quieren que cambien las cosas, que trabajen por cambiarlas. Y si no, que pongan bombas, pero esa autocomplacencia no.

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Y en realidad (no lo había dicho porque tenía una hidden agenda) lo que pasaba es que yo me estaba preparando para postularme para algo que se me ocurrió ayer volviendo de Burgos, en las montañas de por Becerreá, para cantamañanas y para salvapatrias.
Esta es la foto del cartel -próximamente en todas las ciudades-, tomada al lado del arco de Santa María de Burgos por mi hermana Marga:


Vota por Ángel, cantamañanas y salvapatrias.
[Ay, poder salvar a España y cantar a la mañana que se repite]

16 comentarios:

  1. Ea, dos raptos de inspiración en tres días. Más no se puede pedir. Y el segundo es precioso. Cuánta emoción logras sacar de "cantamañanas" y de "salvapatrias". Cuenta con mi voto, claro.

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  2. Ángel, a mí tampoco me gustan las asambleas, los sacos de dormir y el ocupar espacios públicos 'porque yo lo valgo'. Ya tienes dos votos.

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  3. Ángel, cómo te envidio. Hasta para insultarte das en el clavo. Y con un gracejo...

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  4. Lo que más me gusta, y mucho, es tu autoparódica (¿lo es?) campaña electoral, que obtendrá o no mi voto dependiendo de la letra de la canción mañanera, de cuál sea la patria que quieras salvar y cuáles sean tus métodos soteriológicos.

    Y ahora un demagógico argumento ad hominen. ¿Será también visceral tu rechazo de las acampadas, los sacos de dormir, las asambleas, los debates, las comisiones, en el próximo mes de agosto, en el encuentro mundial de los jóvenes con el Papa?

    A mí todo lo anterior ni me encanta ni me molesta, aunque sí el buenrrollismo autocomplaciente, sí es que se está dando, que no lo sé.

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  5. Sí, sería bonito salvar de verdad la palabra "cantamañanas". A mí me gustaría que fuera el nombre de la sección festiva de los "Amigos de la Aurora" (hasta podría ser un nombre 'progresista': "los que cantan al mañana"). Y la letra de mi canción mañanera sería, Suso, unirme al coro de los pájaros, claro está.
    Y es difícil salvar la palabra "salvapatrias" (como comprenderás, la puse a contrario), pero a bote pronto, pienso que bastaría hacer lo contrario de lo que hacen los acampados en Sol.
    Yo estuve en algunas Jornadas de la Juventud con el Papa: sobrellevé como pude lo de dormir en sacos y en tiendas (de ahí me debe de venir el trauma).
    Por suerte en esas Jornadas no hay ni asambleas ni debates ni comisiones: qué suerte, qué alivio. Lo que hay es gente rezando (eso sí que es contracultural).
    Parece que va a haber un Via Crucis en pleno centro de Madrid y Vigilias de oración al Santísimo: otra vez contracultura de la buena.
    Yo no estaré, pero es que yo no soy joven (y no quiero dormir en una tienda de campaña).

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  6. Casi casi te ha quedado una performance; no como la del chino de la Quintana (a Dios gracias), pero algo es. Con esto, y con las entradas que alguna vez escribiste en gallego para justificar el día en que te dediquen las letras ídem (y que tarde en llegar), me "hueles" cada vez más a carne de CGAC...

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  7. Puestos a reivindicar, espero que a nadie le moleste que yo me reivindique como gafapasta (y, en efecto, uso gafas de pasta, o de lo que sean; no metálicas), perroflauta (más bien gatoflauta; no me gustan los perros. Aunque tampoco sé tocar la flauta; váyase lo uno por lo otro), y pagafantas (aunque pocas; mis medios económicos no dan para más). Y conste que no he acampado en plaza alguna, ni pienso; ya está uno mayor para según qué cosas. Pero miro a los acampados, lo reconozco, con cierta escéptica simpatía.

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  8. Genial.

    (Eso sí, si vas de político no va andar bien eso de "Ay, poder salvar..." Ellos la tiene muy clara: "Salvaré a España...")

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  9. Son las 8:27 y oigo cantar a los pájaros...

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  10. Votaré tres veces por usted:
    En su calidad de cantamañanas para el ayuntamiento.
    En su calidad de salvapatrias para la autonomía.
    En su calidad de indignado para el gobierno de la nación o como se diga.

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  11. Lo que me ha convencido es la foto. Por lo menos usted tiene cara.

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  12. Grandísima foto y mejor candidato. Un abrazo.

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  13. ¿Te das cuenta, Ángel? Nos leemos desde hace ya unos cuantos años y desde el principio siempre nos hemos respetado mutuamente. Para mí esto es muy importante, porque no es forzado ni por interés de ningún tipo.

    Sé lo que piensas sobre algunas cosas, como tú sabes lo que yo pienso sobre esas mismas cosas. Casi nunca coincidirán. Por simplificarlo un poco: tú eres reaccionario y yo soy un progre o, todavía peor, un socialdemócrata trasnochado. Eso sí, en lo que concierne a tu post te diré que soy gafapasta pero no perroflauta ni pagafantas. Y te diré también que, aunque creo que toda esta movida de las acampadas es muy interesante y pone en evidencia barbaridades flagrantes (estoy pensando por ejemplo en esos carteles donde estudiantes universitarios escribieron: "no he estudiado para ganar quinientos euros al mes"), coincido contigo en que tanta asamblea tanta asamblea, si no fructifica en algo que se pueda votar para que después puedan aprobarse leyes que cambien las cosas de verdad pues, en fin, se quedará en nada.

    Hay otro asunto que nos diferencia, y es la religión. Yo soy ateo convencido. No creo en Dios. En serio, no creo en su existencia. Tú lo sabes y sin embargo me lees y a menudo me recomiendas en tu blog desde hace muchos años. Permíteme decirte que eso me emociona y me confirma lo buena persona que eres, muchísimo más abierto de lo que piensas (y de lo que otros que se creen abiertos lo son realmente) y muy generoso. Y ahora te confesaré algo: tú sabes que canto desde mucho tiempo en un coro, pues bien, cada año hago entre cinco y seis misas con piezas de Bach, de Mozart, de Vivaldi. ¿Sabes una cosa? Cuando canto música sacra creo en Dios, creo en la Pasión, creo en Jesús. Cómo no creer entonando cualquiera de los Kyrie Eleison bajo el techo de tantas pequeñas iglesias. Es una fe anclada en la música, la interpretación y el afán por comprender, y en mí se da y la disfruto durante el tiempo que dura. No es una fe como la tuya, lo sé, de hecho no tiene nada que ver con ella y te pido disculpas por compararlas, pero quería que lo supieras.

    Lo que me gustaría expresar en este comentario es que me conmueve que yo te lea y tú me leas desde hace ya tanto tiempo, a pesar de nuestras diferencias. Somos, por si no te habías dado cuenta, un ejemplo o algo así, no sé. Aunque, ahora que caigo, yo sí te leo por interés: tu ojo poético es acojonante, casi todo lo que a ti te entusiasma me entusiasma a mí también. Tanto rollo para nada. ¿Ves? ¡Al final era por interés!

    Un abrazo.

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  14. Jesús, yo soy un pagafantas con querencias de gafapasta.
    Sí que tiene que ver tu fe con la mía; lo que me elogias de "mi ojo poético" es porque quizá confluimos en esa mirada de admiración ante la realidad. Ese es nuestro campo común, como lo son Richard Ford, Carver o Szymborska (ninguno de los cuales tiene una 'fe' religiosa).
    A mí lo que me dices de la música me recuerda un poema de Ángel González.

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  15. Iba a escribir un comentario jocoso, una cuchufleta sobre el ilustre colectivo de los piesnegros, que nadie nombra (lo que viene a ser un perroflauta sin pasta y sin papis que se lo paguen todo) pero he leído algo en el comentario de Jesús Miramón que me ha sentado como una patada en el estómago (no por Jesús, ni por nada de lo que dice) lo de "yo no he estudiado para ganar 500 euros al mes".
    Yo tampoco, conste. La historia macabra es que, doctora a punto de que se publique mi tercer libro, llevo un año y dos meses en paro. Me he sorprendido a mi misma pensando en lo ricos que me sabrían esos 500 eurillos y, sobre todo, el alta en la Seguridad Social.
    Es lo que tiene vivir en un país en el que las humanidades no son ciencia sino "cultura", en el que se persigue y margina a todo aquel que se dedica a estudios políticamente incorrectos y en el que sólo se bautiza el que tiene padrinos.
    El problema es de raíz. Toda la parafernalia que hay alrededor, por ambas partes, es cuento y burla cruel.

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  16. Bienvenida, Marcela: es una tragedia que tanta gente excelente y excelentemente preparada se esté quedando en la calle, especialmente en las Humanidades. A ver si al final encuentras el resquicio para trabajar en lo que sabes.

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