jueves, 28 de abril de 2011

Apenas sensitivo de Andrés Trapiello

A mí me dan ganas de buscar a Jordi Gracia -creo que es él quien manda en 2009 una carta a Las Viñas que llegó en 2003 y que me ha metido a mí en 2011 el miedo en el cuerpo- y pedirle explicaciones. Pero no me atrevo a quitarle tiempo, que pesa sobre él la faena hercúlea de decidir el canon de la literatura española contemporánea (cf. El País).
Y también a JLGM y preguntarle por esa manía cada año de decir que en los Diarios sobraban 200 páginas.
A mí, que soy un burro, se me ha acabado demasiado pronto este volumen, excelente como los demás.
Antes -puro sadismo- me releí Troppo vero, a ver cuántas páginas podía quitar: y a todo tirar llegué a veinte de las 790 del volumen. Pero es que a los estabuladores de la literatura como Gracia les parecer que ya vale, que ya está, que no 'aporta' más. Lo he dicho más veces (porque el mal me lo descubrí dentro yo): los filólogos tenemos alma de policía, no lo podemos evitar.

Pero es que este volumen sí que es valioso por sí mismo, y tiene su propia música, por ejemplo las referencias a artistas torrenciales como Catalá-Roca y la pregunta continua sobre si merece la pena seguir creando o todos tienen que aspirar a ser un Rulfo: dos libritos finos para que los diseccionen a gusto los filólogos y sin agobiarse. Yo sé que es más cómodo lidiar con un autor estreñido: lo que digas de él lo controlas y siempre quedas bien. Pero a ver quién es el guapo que da su opinión informada sobre Galdós: mejor soltar la chorrada del garbancero y quitárselo de encima.

¿Más música propia de este volumen? 
Una frase que cita de Hannah Arendt (qué lista es esta mujer) sobre que la novela comenzó con las Memorias de Saint-Simon. Si los teóricos de la literatura (lo peorcito del género filólogo, que ya es decir*) no fueran lo que en realidad son, aborrecedores de la literatura  (basta ver a qué escritores acuden para sus teorías), tendrían mucho que meditar en este volumen sobre qué es la ficción. Pero a lo más a lo que llegarán algunos es a señalar que una carta de 2009 no puede llegar a unos Diarios de 2003, y se quedarán tan anchos.
Hay un relato de la entrega del Premio Nadal para partirse de risa (me da vergüenza decirlo, porque soy filólogo y me han dicho que quitan el carné si dices cosas así).
Totalmente de acuerdo en que Vermeer está sobrevalorado.
Me ha sorprendido que califique de nihilista a Delibes: pero el hecho es que ha sido como una revelación en este proceso mío de reevaluación de su obra con su muerte.
Alegra ver cómo se ríe de la Fiesta del Libro de san Jordi.
Cuando visita su Colegio de adolescencia, nos da otra pieza para completar el puzzle de la vida de T.

Otras cuestiones las comenta muy bien Álvaro Valverde.

*Venga, voy a ser riguroso y dejarme de generalizaciones peligrosas: hay un 2% de teóricos de la literatura que saben de lo que hablan y aman la literatura.

12 comentarios:

  1. Me lo he acabado esta tarde. Comparto con sus últimos tomos la opinión de JLGM y en este tomo he tenido a ratos la sensación de compartir la opinión del X-¿Jordi Gracia?, sobre todo en la primera mitad. No se si ha cambiado el Salón o he cambiado yo. No es cuestión de análisis filológico, es cuestión de ilusión. Con 'Troppo vero' (al que considero que le sobraban decenas de páginas, especialmente de bilis) disfruté mucho más.

    La segunda mitad de 'Apenas sensitivo' me ha gustado más, más el Trapiello poeta que tanto me gusta de su Salón. El de las ideas agudas y la descripción hermosísima, entre coloquial y elevada, de las cosas, y sobre todo de la naturaleza (también la humana).

    Yo a Delibes sí que lo veo pelín nihilista en su obra y mucho en las entrevistas que le hacían. Muy devueltista.

    De todas maneras, hay una cosa que una X le dice en ¿una librería? que le da un poco en el bebes. Eso de "ahora dónde ha quedado lo del CAS". Resulta a veces un poco cansino el lloriqueo de la vida que él ha elegido llevar (un poco a lo Mourinho). Bien que J.L. está apartado en un pueblín de Valladolid. T dice no formar parte de la vida cultural y literaria madrileña y española, y no es verdad. Claro que forma parte. Joder, si le han dado el Nadal ahora que es una pieza más de la maquinaria industrial del libro.

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  2. Oiga usted, un respeto para los escritores estreñidos. ¡Ya nos gustaría gozar de la diarrea de los Galdós y compañía!

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  3. Que uno desee abundancia de las cosas buenas, es lógico. Pero llamar "autores estreñidos" a los de obra breve, sin tener en cuenta su grado de excelencia, me parece una agresión injustificada. A mí, y a mucha gente más, la obra de Rulfo nos parece excelente. Dígase lo mismo de la (poética) de San Juan de la Cruz, aún más breve. El estreñimiento es un mal; puede valer, pues, lo de "autor estreñido" para el de obra breve..., y mala. Pero para los de obra igualmente breve, pero excelente (como los dos que he citado, y hay otros), lo encuentro inaceptable.

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  4. Vermeer me parece un buen pintor, pero no lo que se suele decir de él. A mí me desengañó la Alegoría de la Pintura, que vi en Viena: aquello está bien, pero no es lo que me habían contado.
    Suso, tú no eres un escritor estreñido: has escrito ya mucho y bueno.
    Rulfo me parece que está totalmente sobrevalorado.
    San Juan de la Cruz tiene una obra muy amplia. Escribió unos pocos poemas, que son buenos porque son buenos, no por ser pocos.
    Y Marinero, siempre entras con los pies por delante y todo te lo tomas como una agresión: es tremendo lidiar contigo. Si a mí no me gusta Rulfo y a tí sí, ¿qué problema hay? ¿Que problema hay en llamarlo estreñido si lo poco que escribe no me gusta? Parece por tu comentario como que te estuviera insultando personalmente.
    Yo creo, Agus, que sí que aporta este volumen. La cuestión es la palabra "aporta": aportar, aportar, si nos ponemos estrictos, nadie aporta realmente nada significativo. Lo que me molestaba sobre todo era ese decirle a T. que dejara de escribir: incluso si baja el tono, lo que escribe es más valioso que lo que escribe el 99% de los escritores españoles actuales. Lo de Jordi Gracia parece dicho como si fuese una carrera académica: publica esto, deja de publicar más de esto, si quieres que te hagamos catedrático, es esa dinámica roñosa.
    Lo que le falta a T. para ser CAS se ve clarísimo si lo comparas con cómo se ha recibido la última novela de Marías: salvo tú -gracias- todo el mundo la ha puesto en los cuernos de la luna. Yo sólo leí tres páginas que ponían en El País y me parecieron malísimas, pero Marías está en el CAS. Hombre, T. no es un advenidizo, es alguien con prestigio y presencia pública, pero del CAS no es todavía.

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  5. Algo hay en mi tono que, efectivamente, casa mal con el modo de ver las cosas por parte de Ángel Ruiz; lo siento. Yo sólo digo que hay escritores de obra breve y excelente, y que llamarles "estreñidos" me parece injusto. Respecto a que coincidamos o no en la valoración de las dichas excelencias, a mí me parece natural el disentimiento, y desde luego no lo tomo como un ataque personal. Entre mis mejores amigos y yo siempre hay discrepancias en gustos literarios, y no literarios; lo otro sería muy aburrido. Pero insisto: la brevedad no siempre es "estreñimiento". Puede ser exigencia, simplemente. Y eso no es una mala cosa, al contrario.

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  6. Marinero, sí, hay veces que me irrita cómo dices las cosas (y alguna vez aislada, me ha molestado también lo que decías).
    Por otro lado el llamar 'estreñido' a Juan Rulfo no creo que sea un motivo para ponerse así: a él seguro que le da igual y de hecho es estrictamente lo que me parece su escritura. No lo he llamado ni fascista ni ultracatólico, sólo estreñido (y no a él, sino a su obra). Te puede parecer injusto, pero tampoco creo que sea para tanto.

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  7. De verdad que no me enfado porque a Rulfo, o a quien sea, se le califique del modo que cada uno desee, faltaría más. Creo, eso sí, que con la redacción del texto no queda del todo claro (al menos a mí: mea culpa, acaso) que el calificativo se refiera única y exclusivamente a él; que podría referirse a todo autor de obra breve. Y, repito, los hay excelentes. Baste citar a Manrique.

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  8. "Nieves", la de Garganta de los Montes, deja de dar la brasa.

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  9. Acabo de llegar de M. y veo y leo la traca.
    ¡Mira qué contestarme en serio a mi comentario en broma!
    Yo estoy encantado de ser un autor estreñídisimo, un escritor gota y no río, como expliqué en una entrada en mi blog.

    Excelente entrada.

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  10. Suso, tu entrada quizá me la tomé más como queja que como caracterización; puede ser también que como leí tu comentario a la vez que el de Marinero se me pegó el tono polémico de un comentario al otro.
    Lo podríamos resumir en "qué importa la cantidad: mucho y bien, muy bien; poco y bien, también muy bien". Al final no vamos a tener que medir las cosas al peso, pro suerte.

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  11. Exactamente eso, la improcedencia de "medir las cosas al peso", es lo que yo quería decir. Lamento el malentendido.

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