Pero eso fue porque me había quedado en la planta baja.
Ayer iba preparado para darle un pase a los franceses, porque alguien que sabe de arte me animó a intentar apreciarlos. Pero todos los cuadros de Boucher, los de Fragonard y toda esa recua me dejan indiferente: aprecio la técnica, me disgustan los estúpidos temas dieciochescos franceses y no veo arte por ningún lado. Sólo Watteau se salvaba en algún cuadro: al menos a él se le veía algo de amor a la pintura.
Y en la siguiente sala, unos cuadritos de apuntes de Rubens que les daban mil vueltas a todos los franceses juntos, y un eremita de Gerrit Dou y dos cuadros de Peter de Hooch me compensaron -creía- la visita, y unos cuadritos de Rembrandt, y unos paisajes maravillosos de Ruysdael (sobre todo uno casi de ilustración de cuento infantil).
Y ya me creía pagado, pero resulta que faltaba la sala central. Y allí todos los que adoro: Rubens (qué Sagrada Familia), Murillo (otra Sagrada Familia al lado, distinta y admirable), Rembrandt, Van Dyck (unos retratos prodigiosos y un impresionante Paris:
Ayer iba preparado para darle un pase a los franceses, porque alguien que sabe de arte me animó a intentar apreciarlos. Pero todos los cuadros de Boucher, los de Fragonard y toda esa recua me dejan indiferente: aprecio la técnica, me disgustan los estúpidos temas dieciochescos franceses y no veo arte por ningún lado. Sólo Watteau se salvaba en algún cuadro: al menos a él se le veía algo de amor a la pintura.
Y en la siguiente sala, unos cuadritos de apuntes de Rubens que les daban mil vueltas a todos los franceses juntos, y un eremita de Gerrit Dou y dos cuadros de Peter de Hooch me compensaron -creía- la visita, y unos cuadritos de Rembrandt, y unos paisajes maravillosos de Ruysdael (sobre todo uno casi de ilustración de cuento infantil).
Y ya me creía pagado, pero resulta que faltaba la sala central. Y allí todos los que adoro: Rubens (qué Sagrada Familia), Murillo (otra Sagrada Familia al lado, distinta y admirable), Rembrandt, Van Dyck (unos retratos prodigiosos y un impresionante Paris:
Y sabía que estaba el cuadro de Franz Hals, pero no me esperaba descubrir que lo que en las fotos parece pintura detallada son cuatro trazos sueltos puestos con infinita sabiduría:
Pero conmoción, escalofríos incluso, sólo ante la dama del abanico, del más grande:
Y detrás, en Spanish Place, estaba la iglesia de St. James (que surgió en 1730 al arrimo -si no, estaba prohibido el culto católico- de la embajada de España, entonces donde ahora se halla la colección Wallace). Y pude ver una bandera española regalada por Alfonso XIII, porque es una iglesia hecha con ayuda de los reyes de España y tienen el derecho de poner esa bandera a la entrada si van allí (no sé si van mucho).
Y ante la imagen del apóstol me acordé del país que tengo ahora un poco olvidado.
Pero conmoción, escalofríos incluso, sólo ante la dama del abanico, del más grande:
Y detrás, en Spanish Place, estaba la iglesia de St. James (que surgió en 1730 al arrimo -si no, estaba prohibido el culto católico- de la embajada de España, entonces donde ahora se halla la colección Wallace). Y pude ver una bandera española regalada por Alfonso XIII, porque es una iglesia hecha con ayuda de los reyes de España y tienen el derecho de poner esa bandera a la entrada si van allí (no sé si van mucho).
Y ante la imagen del apóstol me acordé del país que tengo ahora un poco olvidado.
Gracias, me ha hecho recordar viejos tiempos:
ResponderEliminarhttp://espana-uk.blogspot.com/2007/04/espaa-y-el-catolicismo-ingls.html
Saludos
Ah, vaya, me alegra ver tu entrada, con la foto. Y me alegra que te pueda ayudar a recordar cosas de Londres
ResponderEliminarYo tenia durante varias meses esa pintura del joven Ciceron como...que es la palabra?...el "imagen de escritorio" en mi ordenador. Expresa perfectamente -- y hermosamente -- el amor de leer. No?
ResponderEliminarBellísima colección Wallace. Me recomendaron verla y fue uno de esos consejos que se agradecerán toda la vida...
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