lunes, 24 de mayo de 2010

El ombligo del mundo

Estuvimos hace ocho días en Greenwich [pronúnciese Grénich, no Gringüich], a ver el meridiano.
Tenían una exposición admirable en el Observatorio, donde explicaban el tremendo esfuerzo por conseguir un sistema que permitiese a los barcos situarse en medio de sus navegaciones por el mundo.

Y yo me acordé hoy de Delfos: Zeus -dicen- hizo un experimento: puso dos águilas en los extremos y donde se juntaron fue allí, el ombligo del mundo.
Pero cuando la tierra en vez de plana es redonda, el que manda decide: y por una línea que ellos decidieron es donde pasa el meridiano. Y a un lado está el este y al otro el oeste; y al que no le guste, que se vaya a Marte.
Y en el observatorio había además una sala octogonal arriba, hecha por sir Christopher Wren, un prodigio de elegancia, luz y funcionalidad.
Y bajando, qué jardines y qué hermosa la casa de la reina, que hizo Inigo Jones:

4 comentarios:

  1. Bueno, pero, al final ¿viste el meridiano?¿Es negro, como en los mapas? :)

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  2. ¡A mí me encantó la visita al meridiano, una de las cosas que más me gustó de Londre!

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  3. No vi el meridiano, pero todo el mundo decía que estaba allí. Y a mí también me pareció muy bonito.

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  4. Pues yo apoyaría una moción para trasladar el meridiano cero a Delfos.

    En mi propuesta laten tanto helenofilia como anglofobia (lo confieso)

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