domingo, 10 de enero de 2010

Camino Soria

Pasamos cerca de Quintanilla de las Viñas, de Covarrubias, de Silos, pero sin parar, que íbamos a Soria.
Y también pasamos al lado de Hacinas, el pueblo de mi madre. A la vuelta estaba iluminada la Iglesia y el Castillo y el Sagrado Corazón, pero tampoco paramos: lo que apetecía era volver, porque hacía frío y estaba todo muy oscuro, como boca de lobo, y eso que eran las siete de la tarde.
A lo lejos, al otro lado, se veía la peña de Carazo, donde pasaron mi tío y mi primo Rodrigo el fin de año, aunque más bien lo que debieron de pasar fue un frío sideral: ya lo han hecho varias veces, esperar el año nuevo allí. Y hay cosas peores, comer uvas delante de una tele, por ejemplo.
En los límites entre Burgos y Soria un pueblo: La Gallega.
Y ya en la provincia de Soria cruzamos San Leonardo de Yagüe y Navaleno. Y había una indicación a la Laguna Negra. Y pasamos por Cidones, que cita Antonio Machado en La tierra de Alvargonzález; de hecho creo recordar que tuvo un proyecto de libro de poesía sobre esas tierras del norte de la provincia de Soria y el suroeste de Burgos, pero que acabó subsumido en versiones ampliadas de Campos de Castilla, creo. Y creo que se iba a titular Tierras altas, pero tampoco estoy seguro.
Y casi me alegro de que Machado no sacase ese libro, porque junto a lo que podrían haber sido grandes poemas quizá hubiese habido otros como algunos de los que aparecen en Campos de Castilla, esos en los que se imagina campesinos de monoceja a los que le corroe la envidia y se matan entre ellos y que desprecian cuanto ignoran a la vez que se dedican a cortar árboles centenarios para el dios ibero.
Y lo que yo sé es que allí vive gente normal, buena y menos buena, pero no esos monstruos que se inventó don Antonio. Quizá por eso me reboté tanto con él en la última lectura de sus poemas [y al que quiera, por no alargarme más, le puedo mandar un artículo que he hecho y que ya le he colocado a algunos amigos].

2 comentarios:

  1. Es nuestra ruta. ¡Cuántos ecos! ¡Gracias! (He visto aun caballero escribir en la venta de Cidones).

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  2. Qué entrañables recuerdos de mi infancia en Ólvega y en la capital. Volví a los lugares que mencionas 30 años después de haberlos visto en mi infancia. Soria nunca defrauda. Gracias por esta entrañable entrada que tantos recuerdos me ha traído...

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