Además de la exposición, pudimos visitar San Juan de Duero.
Aquí Marga y Eva entre los arcos (hacía un frío que pelaba y llovía):
Y además del claustro famoso, la iglesia románica, muy sencilla, tenía dos baldaquinos -dicen que de influjo oriental aunque me suena haberlos visto parecidos en Roma- en los lados del presbiterio, con unos capiteles excelentes, extraordinarios: prodigiosas luchas con monstruos, la tremenda mantanza de los inocentes; un capitel tenía seguidas la Anunciación, la visita a Santa Isabel y un Nacimiento peculiar, con la Virgen acostada:
Y también tenía mucho que mirarse en el de la muerte de Juan el Bautista, al que están aquí a punto de cortarle la cabeza en un extremo, mientras todos banquetean (y las foto son de aquí):
Al lado, el Duero estaba a punto de desbordarse: me gustó mucho poder verlo y también desde el Parador poder calibrar algo del arco de ballesta. Y San Saturio estaba a lo lejos: no sé cuándo volveré a Soria, pero ya sólo poder mirar aquello fue un regalo.
Y sobre san Juan de Duero estas tres páginas, con buenas explicaciones y fotos: uno, dos y tres.
Como tranquilo aparece el rostro de San Juan Bautista en este foto -- senal de alguien que muere en conocimiento de que sera un santo....
ResponderEliminarSí, parece también que todos los personajes están poniendo su mejor cara para la posteridad.
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