domingo, 11 de octubre de 2009

Para la historia universal de la infamia

Para la historia universal de la infamia quedarán estos dos documentos:
1. El Disforme e Infame informe del Consejo de Estado sobre la nueva ley del aborto [PDF].
Y suscribo de la cruz a la raya el artículo de Alejandro Llano sobre esa infame turba de juristas creídos (y prefiero no enlazar aquí intentos pasteleros de algunos biempensantes de intentar limpiar el culo y salvar la cara de esa panda de petulantes leguleyos autocomplacientes).
Y no sé cómo se come en la práctica, pero le daré vueltas a la cuestión de la desobediencia civil que propone en otro artículo.

2. La infame y también farisaica 'Opinión' del Comité de Bioética [PDF].

En total, entre los dos grupos: 24 personas. Y sólo se salva César Nombela (admirable su valor y muy interesante su voto discrepante), el único justo en una tribu en total de 24 canallas: uno de ellos, jesuita (Carlos Alonso Bedate) y otros varios 'católicos oficiales' y otros no católicos pero profesores o estudiosos que suelen aparecer bajo la etiqueta 'de reconocido prestigio', como Victoria Camps o Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón.

Los pongo aquí no sólo por señalar (que nos dijeron de pequeños que está muy feo) sino para decir: hasta aquí llegaron las aguas. Todo es susceptible de empeorar, pero en nuestra mano está marcar este momento como el del principio del fin.
Y dicho esto, os vuelvo a remitir aquí:
(...) En un debate en TVG oía a una “feminista” decir: “Este es el debate que teníamos en el 85″. Y es verdad, porque estáis retrocediendo. Habéis perdido el debate científico por goleada, del debate moral ni hablamos… y cuando solo queden los cadáveres de los niños y mujeres víctimas del aborto la gente se empezará a dar cuenta de que la han engañado. La verdad acabará saliendo a la luz. Los aborteros serán tratados como traficantes de cuerpos que son y los abortistas serán considerados como los esclavistas de otros siglos. Acabaremos venciendo y convenciendo.
No soy estúpido. Esto no ocurrirá mañana ni pasado. (...)

Yo voy a hacer lo que pueda. No estaré en la manifestación del sábado en Madrid, pero animo a quien pueda a que vaya. No servirá para nada seguramente a corto plazo, pero es el principio de algo que está cambiando.
Nos [y me estoy refieriendo con ello a todos los que estamos en contra del aborto] queda una labor tremenda de explicar lo que es y supone el aborto, de ayudar a todas las víctimas del aborto que necesitan ayuda (es decir, a todos los culpables de haber cometido abortos, que son millones en todo el mundo, con grados diversos de culpa, pero todos culpables y todos víctimas).

2 comentarios:

  1. Acabo de leer el voto discrepante de César Nombela al dictamen del Comité de Bioética. Es de châpeau! Aparte de decir verdades como puños, expresa en pocas líneas y con gran rigor lo que pensamos la inmensa mayoría de los españoles acerca de esta ley inicua que saldrá aprobada en breves fechas, si las mayorías parlamentarias (ay! qué injusta es a veces la democracia) no lo remedian.

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  2. Claro que sí, Ángel: tenemos que echar el resto. Yo voy a ir a la manifestación y mi padre y mi madre y mi hermana y mi tío, tía, tíos, tías, primos, etc... Fastidia mucho tener que leer lo que pones y que sea así: no darse cuenta de que el debate es mucho más que abortar o no es grave en gente de cierto nivel. Estamos muy enfermos. Hay que decir NO AL ABORTO, porque es decir SI A LA VIDA, no sólo a la del que nace sino a la del que vive y muere. Qué nivel más bajito tenemos. Y que haya que arremangarse de esta manera...

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