Me enviaron hace tiempo dos poemas de Eichendorff (un poeta romántico alemán), en los que sale la Aurora. Me puse a toquetear la traducción de Alfonsina Janés (Bosch, Barcelona, 1981) y acabé haciendo un estropicio. Así me queda por ahora (¡necesito ayuda!):
versión 1.2 [16.09.09, 17:30]
DER FROHE WANDERSMANN
Wem Gott will rechte Gunst erweisen,
Den schickt er in die weite Welt;
Dem will er seine Wunder weisen
In Berg und Wald und Strom und Feld.
EL ALEGRE VAGAMUNDOSDie Trägen, die zu Hause liegen,
Al que Dios le quiere mostrar estima,
lo manda Él por el anchuroso orbe.
Y le quiere enseñar sus maravillas
en el monte y corriente y prado y bosque.
Erquicket nicht das Morgenrot,
Sie wissen nur von Kinderwiegen,
Von Sorgen, Last und Not um Brot.
A los baldragas, por casa aturdidos,Die Bächlein von den Bergen springen,
ningún recreo les da, no, la aurora,
sólo saben de mecer a los niños,
de cuitas, cargas y afán de boroña.
Die Lerchen schwirren hoch vor Lust,
Was sollt ich nicht mit ihnen singen
Aus voller Kehl und frischer Brust?
Saltan de los montes los arroyuelos,Den lieben Gott lass ich nur walten;
suben alto las alondras —¡por gusto!:
¿y cómo no iba yo a cantar con ellos
a pleno pulmón y a voz en cuello?
Der Bächlein, Lerchen, Wald und Feld
Und Erd und Himmel will erhalten,
Hat auch mein Sach aufs best bestellt!
Yo dejo que sólo en mí el buen Dios mande.
Quien manaltial, alondra, bosque y campo
y tierra quiere sostener —y cielo,
de mi vida ha dispuesto con su mano.
El poema es efervescente. Parece de El fiero caballero de Chesterton. Entiéndase eso como un sonoro aplauso.
ResponderEliminarMe ha encantado la útlma estrofa: "Que sólo Dios mande".
ResponderEliminarUN abrazo
¡Los baldragas! ¡Jolín, qué acierto!¡Y la falta de boroña!
ResponderEliminarEs perfecto, perfecto el tono de esa segunda estrofa, tan incorrecta si no se le pilla y se traduce mal. ¡ Que bien, pero qué bien resuelto! Y ese entusiasmo caminante...
"A pleno pulmón", sí señor.
De antología, de verdad, enorme, casi que me gusta más que el original. Me sumo entusiasmada al aplauso.
Dejo aquí la versión 1.0, por si me arrepiento (que ya me estoy arrepintiendo) de la 1.1
ResponderEliminarEL ALEGRE VAGAMUNDOS
Al que Dios le quiere mostrar estima,
lo manda Él por el anchuroso orbe:
Sí, le quiere enseñar sus maravillas
en el monte y corriente y prado y bosque.
A los baldragas, en casa aturdidos,
no les despereza, no, la aurora,
saben sólo de mover cunas de niños,
de cuitas, cargas y falta de boroña.
Saltan de los montes los arroyuelos,
suben alto las alondras por gusto,
¿Y cómo no iba yo a cantar con ellos
a voz en grito y a pleno pulmón?
Yo dejo que sólo el buen Dios mande;
quien río, alondra, bosque y campo
y tierra quiere mantener y cielo,
de mí ha cuidado mejor que nadie.
Eichendorff también se fijó en el ocaso. Ahí tienes Im Abendrot, que además sirvió de letra del lied más arrasivo de R. Strauss, de sus cuatro últimas canciones. Yo no hablo alemán y lo leo traducido, pero como tú sí, ahí te va:
ResponderEliminarIm Abendrot Wir sind durch Not und Freude
Gegangen Hand in Hand,
Vom Wandern ruhen wir beide
Nun überm stillen Land.
Rings sich die Täler neigen,
Es dunkelt schon die Luft,
Zwei Lerchen nur noch steigen
Nachträumend in den Duft.
Tritt her und laß sie schwirren,
Bald ist es Schlafenszeit,
Daß wir uns nicht verirren
In dieser Einsamkeit.
O weiter, stiller Friede!
So tief im Abendrot ,
Wie sind wir wandermüde –
Ist das etwa der Tod?