Al PP en el gobierno no lo estoy siguiendo mucho, esa es la verdad; mis esperanzas en él son pocas y últimamente parezco Buda en la política, pero mañana es el Día de las Letras Gallegas:
Teníais que ver el estado de histeria en el que habían caído los que viven del cuento con la cuestión de la lengua (editores, filólogos, normalizadores). El PP ha respondido nombrando a uno de la línea dura, de los normalizadores, en concreto uno que les ponía a parir hasta hace unos meses (de hecho se rumoreaba que iba a ocupar el cargo con el Bipartito). Para que lo entendáis: es como si Zapatero me hubiera nombrado a mí para llegar a un consenso sobre el aborto.
Y es que ahora los del PP quieren consenso: y a ver cómo lo van a lograr, va a ser increíble el espectáculo. Y así seguirá la rueda, y yo lo veré divertido desde la barrera, sin pensar en que el juego lo hacen con mi dinero y que también a mí me quieren normalizar.
Y en la peluquería vi el viernes un artículo de réplica de Andrés Freire en el Xornal. Es un filólogo clásico (qué bien) al que en ese periódico ponían como un tremendo ideólogo con lazos en Madrid (la FAES, qué miedo), pero al menos le daban derecho de réplica; es un detalle que me gustó en un periódico como éste, llamado a morir pronto (lo sacó hace poco un empresario del BNG con dinero de todos -que le daba el propio Bloque-, pero eso, ay, se acabó. En cambio La voz de Galicia, que le puso la proa al bipartito justamente por este periódico, ha vuelto a ese terreno medio de galleguismo casposo coruñés en el que están tan a gusto).
Y es un grandísimo artículo. El último párrafo es para enmarcarlo:
Teníais que ver el estado de histeria en el que habían caído los que viven del cuento con la cuestión de la lengua (editores, filólogos, normalizadores). El PP ha respondido nombrando a uno de la línea dura, de los normalizadores, en concreto uno que les ponía a parir hasta hace unos meses (de hecho se rumoreaba que iba a ocupar el cargo con el Bipartito). Para que lo entendáis: es como si Zapatero me hubiera nombrado a mí para llegar a un consenso sobre el aborto.
Y es que ahora los del PP quieren consenso: y a ver cómo lo van a lograr, va a ser increíble el espectáculo. Y así seguirá la rueda, y yo lo veré divertido desde la barrera, sin pensar en que el juego lo hacen con mi dinero y que también a mí me quieren normalizar.
Y en la peluquería vi el viernes un artículo de réplica de Andrés Freire en el Xornal. Es un filólogo clásico (qué bien) al que en ese periódico ponían como un tremendo ideólogo con lazos en Madrid (la FAES, qué miedo), pero al menos le daban derecho de réplica; es un detalle que me gustó en un periódico como éste, llamado a morir pronto (lo sacó hace poco un empresario del BNG con dinero de todos -que le daba el propio Bloque-, pero eso, ay, se acabó. En cambio La voz de Galicia, que le puso la proa al bipartito justamente por este periódico, ha vuelto a ese terreno medio de galleguismo casposo coruñés en el que están tan a gusto).
Y es un grandísimo artículo. El último párrafo es para enmarcarlo:
La normalización responde a otra cosa, responde a una poco Santa Alianza entre políticos autonómicos e intelectuales cortesanos para ampliar sus ya excesivas cuotas de poder y presupuesto. Su discurso nacionalista, reliquia del siglo XIX, no pasa de ser una racionalización para forzar nuestro ingreso en el rebaño tribal y nuestro vasallaje a la casta política.Y el sábado, para corroborarlo, la foto. Sí, son amigos, ya todo vuelve a estar como antes. A la izquierda Ramón Villares, siempre en los alrededores del poder; ahora preside el Consello da Cultura Galega (uno de los miles de chiringuitos montados por toda esta peña). El siguiente es Xosé Ramón Barreiro, director de la Real Academia Galega (ese es otro chiringuito), y el otro es Víctor Freixanes, que hizo una novela infumable hace años y ahora dirige Galaxia, la editorial totémica ( y está en todo tipo de chiringuitos también).
Los demás tenemos que aguantarlo. Liberados, por fin, de la necesidad de ser “españoles de bien”, ahora nos cae la obligación de “vivir como gallegos”. ¡Qué fatiga, qué tedio! ¡Qué antiguo!
Qué bien, Feijoo, ya has conseguido que estén contentos, el tenderete sigue. Y tú a hablar por ahí del galeguismo cordial (arjjjh).
Y si normalizar el gallego nos cuesta un porrón de dinero, que los de la Ley de Dependencia se esperen, que ellos se pueden morir -al final todos morimos-, pero la Lengua Galega no, que es nuestra Madre, que es Divina, que es lo que Nos Hace SER Nosotros, que es más que cada uno de nosotros.
Y si normalizar el gallego nos cuesta un porrón de dinero, que los de la Ley de Dependencia se esperen, que ellos se pueden morir -al final todos morimos-, pero la Lengua Galega no, que es nuestra Madre, que es Divina, que es lo que Nos Hace SER Nosotros, que es más que cada uno de nosotros.
mmmmm
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en algunas cosas y otras no tanto, a ver si algún día charlamos del tema dando una vuelta por Compos. Pero bueno, para verlo con un poco de humor, creo que te gustará esto:
http://inciclopedia.wikia.com/wiki/Lenguas_de_Galicia
(Por cierto, ¿qué significa ese "coruñés"?)
Es cierto que el inicio del artículo de Freire es para enmarcar. Por lo mucho que dice de su autor. Porque muestra que la suya es una postura apriorística y política. Por falso el texto y falsario él. Y por (él sí, su ideario no digamos) antiguo.
ResponderEliminarEn cuanto su propio texto, decir que la RAG es un chiringuito le califica a usted como persona poco ecuánime. Si lo peor que puede decir de Freixanes es que "hace años escribió una novela infumable", me reconocerá que es porque poco más le puede reprochar; al fin y al cabo, su talla como literato no viene a cuento ahora, sino acaso su talento como director de una editorial que no es ningún tótem ni ningún chiringuito, aunque a usted le gustaría. Y ahí no puede usted reprocharle nada pese a su clara intención de hablar mal de esas personas en tanto que partidarios de la normalización.
Sé que a usted no le interesa lo que yo opino a este respecto, pero aun así se lo voy a decir. Opino que las recientes maniobras de Feijoo, envainándosela en lo que a la lengua se refiere (o dando a entender que se la envaina, quizá para adoptar la política Fraga: hacer como que se hace sin hacer realmente), es una manera de asumir que los postulados que asumió durante la campaña son no sólo inviables de hecho (¿crear tres sistemas educativos paralelos? ¿qué Administración puede asumir eso?), sino que se construyen sobre una mentira: la de la "imposición" (a la que La Voz de Galicia se apresuró a quitar las comillas).
Quizá Feijoo sea lo suficientemente inteligente para darse cuenta de que no puede continuar con una guerra que empezaron él y los chiringuitos (éstos sí) que su partido financió y articuló. Quizá tiene la misma mala conciencia que tiene Galicia "Bilingüe" autodenominándose así, al mismo tiempo que defiende el derecho a ser monolingüe. Quizá simplemente sabe que el radicalismo que asumió en campaña no vale para gobernar, sobre todo cuando se sustenta en mentiras manifiestas.
Así que, descuide que yo también estoy disfrutando. Porque la contradicción de Feijoo revela lo que algunos sostuvimos siempre: que esta gente no hace lo que le pide el cuerpo por mala conciencia; y si tienen mala conciencia es porque incluso ellos reconocen el valor intrínseco de aquello que aprendieron a menospreciar.
Nes, es norma de este blog meterse cada cierto tiempo (al menos una vez al año) con Coruña y con La voz de Galicia, aunque sólo sea por la costumbre, lo cual me recuerda que hace un montón que no voy por allí. A ver si me acerco con algún amigo y nos damos un voltio por la burguesa Coruña.
ResponderEliminarY Arturo, tienes toda la razón en que se está demostrando que Feijoo fue falso en la campaña electoral: falsísimo al menos en ese tema, para conseguir votos. Y espero que esto le pase factura.
Yo a Freixanes personalmente no le tengo nada que reprochar, al contrario, pero a él y a todos los que son como él al menos los podré criticar por esa postura maximalista y victimista que han tenido especialmente en este último mes: ¡si parecía que iban a prohibir hablar en gallego!
Bueno, Arturo, que ya veo que no vamos a estar de acuerdo en todo (pero en algunas cosas sí).