1. En san Crisógono vimos en una capilla los restos de santa Anna Maria Tagli: la sorpresa de ver otra más de tantos santos incorruptos a la vista. También les va el rollo a los austrohúngaros, pero en España no, enterramos a toda prisa a los muertos y no se nos ocurre ponerlos a la vista debajo del altar, salvo excepción.
2. Los italianos se libran de los turistas con una indicación mínima: a unos que les preguntamos, cuando estábamos más perdidos que carracuca, nos dijeron que santa Cecilia estaba a sinistra. En España hubieran dicho (más exactamente): sigues por esa calle a la izquierda, y cuando veas una panadería, la segunda, no, la tercera a la izquierda. Y luego sigues recto cien metros y dos calles a la derecha está.
Por suerte llegamos (de milagro) a santa Cecilia. Estaba la escultura de muerta, pero en mármol salvador. Y qué impresión el cuello cortado y los dedos que proclaman a la Santísima Trinidad:
2. Los italianos se libran de los turistas con una indicación mínima: a unos que les preguntamos, cuando estábamos más perdidos que carracuca, nos dijeron que santa Cecilia estaba a sinistra. En España hubieran dicho (más exactamente): sigues por esa calle a la izquierda, y cuando veas una panadería, la segunda, no, la tercera a la izquierda. Y luego sigues recto cien metros y dos calles a la derecha está.
Por suerte llegamos (de milagro) a santa Cecilia. Estaba la escultura de muerta, pero en mármol salvador. Y qué impresión el cuello cortado y los dedos que proclaman a la Santísima Trinidad:
Y la foto es de Suso.
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