En clase de inglés nos pusieron a hablar de Eluana: me enferma que me hagan hablar de temas así sólo por hablar.
Yo últimamente creo cada vez menos en los debates (ya sé que Zapatero me lo reprocharía); prefiero el estudio, la formación y la sinceridad de vida, la de las palabras y la de los hechos. Y explicar las cosas a quien quiere aprenderlas. Pero debates no, que hagan peleas de gallos (virtuales, me refiero) si quieren, pero no quiero debates para gritar más que el de enfrente.
La cosa es que en esa clase de inglés alguien -un Catedrático- dijo que la Iglesia decía que había que morirse sufriendo. Y yo no pude entrar al trapo, pero me acordé de toda aquello de monseñor Sebastián y la campaña de El País de hace unos meses (aquí lo expliqué, en esta entrada que está resaltada en color aurora sobre la que podéis pinchar), cuando yo no había oído hablar, creo, de esa película llamada Camino, en la que -según parece- salen curas que animan a sufrir a una niña que muere de una forma tremendamente cruel.
Yo últimamente creo cada vez menos en los debates (ya sé que Zapatero me lo reprocharía); prefiero el estudio, la formación y la sinceridad de vida, la de las palabras y la de los hechos. Y explicar las cosas a quien quiere aprenderlas. Pero debates no, que hagan peleas de gallos (virtuales, me refiero) si quieren, pero no quiero debates para gritar más que el de enfrente.
La cosa es que en esa clase de inglés alguien -un Catedrático- dijo que la Iglesia decía que había que morirse sufriendo. Y yo no pude entrar al trapo, pero me acordé de toda aquello de monseñor Sebastián y la campaña de El País de hace unos meses (aquí lo expliqué, en esta entrada que está resaltada en color aurora sobre la que podéis pinchar), cuando yo no había oído hablar, creo, de esa película llamada Camino, en la que -según parece- salen curas que animan a sufrir a una niña que muere de una forma tremendamente cruel.
En resumen, queda en el aire este cliché: el Opus Dei, esos fanáticos del dolor. Y la gente que responde al monstruo que han creado: si quieren ellos (=los del Opus), que sufran, pero a mí que no me hagan pasar por unos dolores tremendos.
Y yo no me voy a poner a debatir. Hace dos días vi un artículo sobre el Centro de Cuidados Paliativos para ancianos Laguna, iniciativa de gente del Opus Dei, en concreto del año 2002 y aquí os lo enlazo. Y ya está en funcionamiento: eso es un hecho, no voy a ponerme a gastar saliva. Y podéis leer el artículo de Agus Alonso sobre el tema.
Y yo no me voy a poner a debatir. Hace dos días vi un artículo sobre el Centro de Cuidados Paliativos para ancianos Laguna, iniciativa de gente del Opus Dei, en concreto del año 2002 y aquí os lo enlazo. Y ya está en funcionamiento: eso es un hecho, no voy a ponerme a gastar saliva. Y podéis leer el artículo de Agus Alonso sobre el tema.
Bravo, porque lo que haces (poner ejemplos que todo el mundo ve) es mucho mejor que enzarzarse en un debate estéril. Y también es verdad que es mejor emplear el tiempo en formarse seriamente que en debatir de forma superficial. Lo que pasa es que la gente no quiere eso, por lo general quieren opinar un poquito de todo y, si les apuras, acaban diciendo: "bueno, es lo que creo yo, tú crees lo tuyo y nadie sabe la verdad" o cosas por el estilo. Y, por cierto, en las típicas clases de idiomas abusan de sacar esos temas para pasar el rato opinando sobre lo que no tienes ni idea.
ResponderEliminarHola Angel, soy Javier. He cambiado la dirección del blog Pasen y lean de http://javiercercas.blogspot.com a www.pasenylean.com. Cuanto tengas un momento, te pido por favor que cambies la dirección en tu enlace a mi página. ¡Muchas gracias por enlazarme y un saludo!
ResponderEliminar(quiero decir, si me sigues manteniendo, que ahora no me veo)
ole ole y ole. De verdad. Ole.
ResponderEliminarNo puedo estar más de acuerdo con Ud. en relación a la esterilidad del debate - tal com es entendido entre nosotros -. Por lo demás, es con los defensores del tal llamado debate con los que menos conviene mezclar palabras.
ResponderEliminarDa verdadera tristeza ver la frivolidad y la inmundicia intelectual que rodean el debate público sobre lo que deberían ser grandes reflexiones morales de una sociedad. Comparto tu escepticismo con respecto a esto de debatir: no es más que griterío y odio. Un abrazo,
ResponderEliminarJo, he vuelto a leer ese artículo más de un año después de escribirlo. Me impresiona porque ahora puedo leerlo desde fuera.
ResponderEliminarMe parece que cómo encajas las piezas de este puzzle es tumbativo. Qué gran falacia: ¡Que nosotros odiamos la vida...!