lunes, 26 de enero de 2009

Restos de vendaval

Como de jueves a sábado estaré en Madrid y espero ver mucho y bueno, empezando por el Thyssen (que es el objetivo primero), pero también quizá la exposición de escultura clásica en el Prado y quizá, ya que estoy, volver a ver lo que siempre veo en El Prado, y quizá ir a ver las fotos de Walker Evans y quizá la exposición sobre la Facultad de Letras en la República; pues que hice ejercicios de visión entre el vendaval y la lluvia y el granizo:
1. El ciruelo japonés florecido pero con las ramas de arriba vacías, pero lleno de pájaros, en la Casa-Museo de Valle-Inclán en Vilanova de Arousa. Y nos acercamos a la casa de Julio Camba (el mejor escritor gallego del siglo XX), pero nos la encontramos cerrada.
2. La exposición en CaixaGalicia sobre los indios taínos, que se chutaban a modiño: muy hermosas piezas de sus rituales narcótico-mistéricos: hachas (machado es la palabra gallega), piedras de mortero, piedras para majar, todo al servicio del chute ritual de los caciques antillanos. Y los trigonolitos, piedras de tres puntas, que a mí me recordaron a Barbapapá (me hizo mucha gracia la palabra trigonolito, como 'oso hormiguero', nacida de la coyunda de la trigonometría y los monolitos a manos de un Dr. Frankenstein de la arqueología).


4 comentarios:

  1. ¿Mejor que Castelao? Entonces habrá que leérselo... :-D
    Tú también; vienes a Madrid justo cuando me subo yo a Galicia... En fin, por lo menos el fin de semana promete para ambos. Un abrazo

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  2. Hombre, para mi, donde esté Cunqueiro... Buena visita (Chema)

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  3. Mi abuelo llamaba machada a la pequeña y machado a la grande y acabo de mirar en el diccionario que tenía razón.un saludo

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  4. Vaya una suerte poder ir a ver el Thyssen. Espero poder verlo yo también en abril, que visitaré la capital. Y lo mismo digo sobre El Prado. Ay.

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