Salí de Burgos el lunes por la mañana: sol y una poquita nieve por los campos entre Villalbilla y Villanueva de Argaño. Y qué bonito, qué bien.
Había un fondo de cielo raro, como gris.
Y a la altura de Osorno empezó a caer una poquita nieve: copos.
Y a la altura de Sahagún la nieve se espesaba.
Paré en un área de servicio, eché gasoil hasta arriba. ¿Seguir? Sí, mejor que quedarme en ese limbo de la vida.
Detrás de un camión los últimos cincuenta quilómetros, por la senda que hacían sus ruedas entre la nieve.
Y en León todo cubierto.
Había un fondo de cielo raro, como gris.
Y a la altura de Osorno empezó a caer una poquita nieve: copos.
Y a la altura de Sahagún la nieve se espesaba.
Paré en un área de servicio, eché gasoil hasta arriba. ¿Seguir? Sí, mejor que quedarme en ese limbo de la vida.
Detrás de un camión los últimos cincuenta quilómetros, por la senda que hacían sus ruedas entre la nieve.
Y en León todo cubierto.
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