sábado, 8 de noviembre de 2008

Hitchens sobre Brideshead

Siempre volvemos a esta novela (últimamente Enrique y Rocío).
No es que Christopher Hitchens sea santo de mi devoción (es del grupito de los ateos beligerantes británicos), pero en un artículo suyo que me mandaron (¡gracias!; es de The Guardian, 27.09.98: aquí tenéis el enlace electrónico) dice cosas muy interesantes sobre Brideshead.

1. Tal es el poder de una gran novela que nos hace sentir como si la poseyésemos casi en concepto de propiedad privada, por así decirlo, y nos molesta cualquier intrusión en la intimidad que tenemos con ella (Such is the power of a great novel to make us feel that we own it almost as private property, as it were, and must resent any intrusion on our intimacy with it).

2. Cuenta que a Knox le impresionó tanto el monólogo de Julia sobre el pecado que propuso que se leyera en el día de retiro del cabildo de la Catedral de Westminster.

3. En cambio a George Orwell la escena de la agonía de Lord Marchmain le parecía un argumento claro de que era incompatible ser una persona madura y a la vez católico [a mí me sigue gustando mucho esa escena, qué le vamos a hacer].

4. Recoge la idea de Father Robert Barron de que el nombre Brideshead sería una manera de recoger en un término a la novia -bride (los cristianos)- de la cabeza -head (Cristo, según lo explica en la Carta a los corintios san Pablo); con ello se identificaría la mansión con la Iglesia.

5. De cosecha propia de Hitchens: Sebastian Flyte sería por san Sebastián; parece que 'flight' (misma pronunciación que el apellido Flyte) significa también 'conjunto de flechas'. No sé dónde leí que Flyte era su apellido porque huía (=flight).

6. Al final, Hitchens ve el mayor poder de la novela en que recoge el sentimiento de decepción de los que eran demasiado jóvenes para haber estado en la Primera Guerra Mundial (sintomática la escena de Anthony Blanche declamando con un altavoz La tierra baldía de Eliot).

7. Respecto a la película reciente dice Hitchens que no se considera a sí mismo como simpatizante del catolicismo (debe de ser un understatement), "but this film seems motivated by the cheaper sort of malice against it. Lady Marchmain is represented as a blazing-eyed fanatic, capable of compelling a male guest to a Catholic service (at which. laughably, she herself officiates) (...). [recoge más cosas]

3 comentarios:

  1. Lo de Sebastian y san Sebastián yo lo he visto siempre muy claro. El pobre santo, además de aseteado, ha sido siempre apreciado iconográficamente por gente de sensualidades digamos extremosas. A mí la escena de la agonía también me parece magnífica (y fundamental), aunque se entiende bien la incomodidad que produce, por supuesto.

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  2. Copiado del artículo de Hitchens. Te interesarán las negritas: "in the opening passage, where the melancholic Captain Charles Ryder hears the almost healing word "Brideshead" spoken again: "a name that was so familiar to me, a conjuror's name of such magic power, that, at its ancient sound, the phantoms of those haunted late years began to take flight"".

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  3. qué interesante el tema del porqué de los nombres. Gracias por enlazarme one more time, Arp...

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