martes, 15 de julio de 2008

Caritas Pirckheimer

En The Medieval Review*, una muy interesante reseña de John Dahmus de un libro** que tiene pinta de ser apasionante, el diario que hizo Caritas Pirckheimer (1467-1532), abadesa de las clarisas de Nuremberg desde 1503 a 1532, testimonio impresionante de los sufrimientos por los que pasaron durante la Reforma.
Además, parece que era una mujer de una pieza, y muy culta (la elogió Erasmo), hermana de un reformador (Willibald Pirckheimer) y que se carteaba con gente como Melanchthon y Durero, pero que no se movió un ápice de su unión a la iglesia católica cuando todo a su alrededor la empujaba en otra dirección.
A mí me ha sorprendido quizá porque tantas veces se asocia la idea de Reforma a la de libertad y la de Contrarreforma a opresión, que un testimonio como este resulta sorprendente. No es que quiera ponerme aquí a pesar culpas (que en todas partes cuecen habas) y Dios me libre de defender la Inquisición, pero no había caído en la cuenta de que debió de haber muchos católicos en el mundo germánico que lo tuvieron que pasar muy mal cuando les impusieron la reforma.
En la reseña explican que del convento sacaron a la fuerza a tres monjas jóvenes, expulsaron a los franciscanos y las monjas se quedaron sin atención pastoral ni sacramentos hasta que murió la última en 1596 y el convento desapareció.
Es fascinante ver cómo Caritas explica que leían la Biblia en latín y alemán en el convento antes de la Reforma y también que el ayuntamiento (del que dependía el convento) les mandó predicadores luteranos hasta 111 veces, pero que sólo una monja se convirtió y dejó el convento; y los predicadores les decían que estaban 'en un estado de condenación, que eran herejes, idólatras, blasfemas y que pertenecerían al diablo para siempre'. Caritas se quejaba de que a las prostitutas de la ciudad las toleraban más que a ellas y de hecho un predicador dijo que las monjas eran peores que las prostitutas.
Es impresionante la defensa que hacen las monjas de la fe sin violencias, recordando que ni siquiera los turcos forzaron a la conversión a su religión. Gran libro: estaría bien poder leerlo.
Más sobre Caritas en esta página web muy completa y la entrada de la wikipedia alemana.

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*Caritas Pirckheimer. A Journal of the Reformation Years, 1524-1528 (Woodbridge, Suffolk and Rochester (NY), D. S. Brewer, 2006. ISBN 1-84384-076-6)
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2 comentarios:

  1. Naturalmente, antes del s. XVI, y vamos, desde que se empezaron a difundir las lenguas vernáculas en detrimento del latín, sobre todo, se leía la Biblia en la lengua vernácula. Quien sostiene lo contrario lo hace simplemente por afán de ridiculizar y desacreditar.

    Y, naturalmente, por algo, y no por capricho, el Emperador libró una guerra contra los protestantes.

    De todas formas, lo que cuentas de esa comunidad de monjas es lo más suave que se puede contar asociado al luteranismo. Quien haya leído las obras de Lutero sabe del lenguaje violento que utilizaba contra todo lo que estuviera vinculado con Roma, que se traducía en periódicas "razzias" de las bandas del populacho desatado contra lo que les indicaba su gurú.

    Buena entrada, no obstante.

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