sábado, 12 de abril de 2008

Informe semana(l)

[Pongo la ele entre paréntesis por si se pasa por aquí alguien de Teoría de la literatura; caso de que ocurra y para labrar mi fama futura le explico: Informe semana (=caótica, desordenada) / Informe semanal (antiguo programa de TVE, guiño nostálgico; incluso podríais ver la cuestión de la recepción en un hiperlector no cómplice heterodiegético con un horizonte de expectativas limitado)]
[Banda sonora: programa del 5 de abril del impagable programa de RNE Islas de Robinson]

Ha sido la semana más movida que recuerdo en este blog. Varias veces estuve tentado de titular una entrada con un título como carrusel de emociones, para jugar también con la readaptación hormonal después de un mes sin pastilla de tiroxina y la vuelta a la prodigiosa pastillita que cambia mis humores de modo tan caprichoso. Pero mejor le robo un farolillo a Enrique Baltanás: Los caballitos del tiovivo cabalgan por la infinita llanura de la fantasía.
Y en realidad, casi podría dejar de escribir en este blog -pero mi grafomanía qué-, sentarme y leer esas entradas maravillosas que luego voy dejando en ese gran último acierto de Google, esa sinergia (sic) entre Google Reader y Blogger para crear esa prodigiosa columna que yo he llamado 'Para leer de otros'.
Esta semana he borrado comentarios de gente que aprecio; cada uno llevaba la sospecha de tener otro dentro. Pero a la vez he recibido llamadas y comentarios de esos que te dejan sin respiración o pensando.
Ayer, por una pregunta de Juanjo acabamos primero en Imprenta moderna: sí, es un libro enormemente recomendable de Andrés Trapiello sobre tipografía en España. Y luego intervino Mr. Quaker para decirnos que había otro gran trabajo de T., “Una imprenta con baño (a propósito del tipografo JRJ)”, publicado en Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel 1956 (Madrid, Residencia de Estudiantes, 2006, págs. 509-533; web aquí; lo podéis comprar aquí) y que era "uno de los libros más bonitos de los últimos años". Yo no perdí tiempo y vi que estaba justo debajo, en la biblioteca de mi Facultad. Lo saqué y qué maravilla, qué libro prodigioso, qué descubrimiento.
Todo esto en esta semana de emociones: hasta se me escapó una lagrimilla con el Santo adalid, que oí cantar en un rato que pasé por la Catedral, el jueves por la tarde, con peregrinos italianos y portugueses que le sacaban fotos con el móvil al Botafumeiro, como se las podrían haber sacado a una campana sintoísta gigante o a Mickey Mouse o a su prima.

Y descubrir aquí nuestra higuera con hojas en verano, ahora que todavía están a medio salir; y además un consejo gastronómico de Juan Carlos Vázquez que nos llega ahora y nos hace sonreír, a pesar de todo.

Y la enorme historia de amor, y ese orgullo que me entra de haber acertado ayer sólo con ver una foto de hace cincuenta años y conocer, aunque poco, a Paco.

Por cierto, una reseña en La razón de La manía.

4 comentarios:

  1. Qué envidia, a mí también se me hizo la boca agua con la información de Mr. Quaker. A ver si en la biblioteca de aquí al lado lo tienen.

    Espero que la próxima semana sea más tranquila, Arp, y algunos, menos bocazas. ;)

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  2. Para emociones, las que provoca esto:

    http://es.youtube.com/watch?v=aPAiH9XhTHc&feature=related

    Ay, qué bello es estar vivo, aunque estemos nerviosos.

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  3. Pongo el enlace de Concha para que se pueda acceder más fácil: pinchando en este hipervínculo.

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  4. Gracias, Ángel, mi nivel de entendimiento con la tecnología es muy inferior al de un neanderthal. Lo de hipervínculo suena muy bien.

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