martes, 18 de marzo de 2008

Más de La manía

Ayer me vi adelantado por la izquierda por Dal y Álex, que en Madrid y Barcelona tenían ya su ejemplar de La manía. Yo después de enterarme de la publicación del libro gracias a un amable anónimo (mensaje nº 7) había ido a Follas Novas, pero otra vez agua (me temo que me había vuelto a ganar por la mano el del año pasado; tengo mis sospechas de un profesor de mi Facultad, pero me moriré sin preguntárselo, que para eso estamos en Galicia), así que ayer probé en Encontros, librería de la Rúa do Vilar que cada vez está mejor y donde ya conseguí La cosa en sí el año pasado. Y resulta que lo tenían ya desde el sábado.
Primeras impresiones [contiene spoilers, el que no quiera enterarse de novedades que no lea a partir de aquí]:
-La portada es mejor en directo que tal como se veía en la web de Pre-textos. Lástima que sigan con pastas interiores en rojo. Las imágenes de la portada son de las calcomanías Maymir, de hacia 1960; palabras clave: manía, chinos.
-En la guarda, otra vez esa foto excelente que le hizo su hijo R. y un texto que es el que recogen en la web y que introduce lo que parece que va a ser uno de los temas centrales de este libro: vida frente a literatura, la manía de escribir, la locura (=manía) poética que describe Platón.
-El prólogo, maravilloso una vez más, en el que se presenta como el chino de pega que mueve un montón de platos a la vez. Contar la vida como recomponer cántaros rotos.
-Este año empieza en Las Viñas, pero la casa está a tope de gente.
Lo que cada vez es más claro es la composición de sus Diarios como obras en las que todo acaba encajando cada vez mejor. En este los temas de manía/grafomanía/calcomanía/chineserías se anuncian al principio: veremos.
Un párrafo del principio, muy bonito (p. 42)):
Cierra los ojos, me digo. Y empiezan las cosas mudas a susurrar su pequeña historia. Hasta el pájaro metálico que parecía estar trabajando en una fragua lo cree uno un ser sentimental. Y la gota que cae desde el botón helado de la rama, como en una clepsidra, levantando una corona sobre el charquito que se ha formado en el alcorque, al pie del árbol. El perfume a musgo y a humo de leña huele, con los ojos cerrados, de un modo mucho más intenso. ¿Puede ser eso cierto? Sí, de la misma manera que un sordo no sabemos cómo verá la puesta de sol.
-Títulos de próximos volúmenes:
Troppo vero (2002; antes el título era Diario de nada).
Apenas sensitivo (2003).
Le bagatelle (2004).
Mundo es (2005; antes era el título del volumen de 2004).
El canto del chamariz (2006).
Lo bailado (2007).

5 comentarios:

  1. Tras ver aquí que ya estaba publicado, lo busqué en La Central del Raval, en Barcelona. Me dijeron que de momento sólo lo tenían en la tienda de Madrid, así que me pasé por la FNAC a ver si por casualidad lo encontraba y...¡bingo! El problema es que yo iba sin dinero y quedaba un único ejemplar, pero como no iba a arredrarme por un problema así lo escondí como pude al fondo de la estantería para que nadie lo viera y volví después a recogerlo. En fin, pequeñas alegrías que a veces nos da el día a día...

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  2. Siguiendo con el símil automobilístico del adelantamiento, os comunico que no debéis temer mi rápida salida. Este año, como Alonso, no tengo un coche competitivo y mi lectura del volumen será lenta y pausada. Entre la jornada laboral, mis cien kilómetros diarios de desplazamiento y el tiempo dedicado a jugar a piratas con mi hijo Àlex (cuatro años) y al cuidado nocturno de mi hija Núria (un mes), pocos huecos le quedan a Trapiello, que deberá competir además con mi lucha diaria contra el sueño.
    O sea que ARP y DAL serán para mí inalcanzables, cual McLaren o Ferrari.
    De momento, el prólogo me ha parecido extraordinario, quizás el mejor de toda la serie de los diarios.
    Por cierto, Robert, yo compré el volumen en FNAC el lunes sobre las tres de la tarde. Quedaban dos y dejé uno; supongo que será el que tu compraste.

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  3. Gracias a Enrique García-Maiquez,que conoce mi debilidad por Trapiello, tuve conocimiento de tu blog.

    Curiosas coincidencias yo también releo en desorden los diarios (tengo los quince tomos). Los primeros me gustan mas que los últimos pero en todos encuentro la mejor prosa (en los primeros me recordaba a baroja, después a Galdos y el último a Cervantes) y es que en Trapiello se condensa lo mejor de todos ellos.

    Comparto la opinión de Álex Figueras sobre la calidad del prólogo de "La manía", también a mi me parece el mejor.

    Cuando termine de leerlo, te comentaré mi opinión.

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  4. Àlex, pues sí porque yo lo compré el mismo lunes sobre las cuatro...

    He leído el prólogo y la figura del chino leonés corriendo como un loco de un plato a otro para que no se le caigan me parece magnífica. Eso mismo nos pasa un poco a todos cada día, ¿no?

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  5. Eso de los platos chinos está inspirado en la comparación homérica que establece Tolstoi (en el principio de Guerra y paz), pero entre las bobinas de hilo de un telar al cargo del tejedor, y los grupos de invitados que Anna Pavlovna vigila sin descanso.

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