sábado, 15 de diciembre de 2007

Paisaje metafísico

Ahora que ya está en marcha la AA, puede ver la luz el OPEP (Observatorio para el Estudio del Paisaje; no confundir con la OPEP, esa panda de buitres). Dos textos:

-De Las inclemencias del tiempo de Trapiello (p. 316-17); están por Ordesa:

Quizá sea que uno está hecho a otra cosa, a la meseta, al erial, a la metafísica. Aquella exuberancia, el salvajismo primitivo de la región, la misteriosa y amenazante canción de los regatos tumultuosos, la embriagadora tesis de los helechos y de cuantas cortezas se pudren en un suelo especialmente húmedo, eran incontestables. Pero para pensar, uno necesita un poco menos de retórica, el campo abierto, el horizonte lejano, el soto apartado pero accesible y escueto, y el silencio. Con tanta agua, con tanto pájaro, con tanto ruido amplificado entre las peñas, no se puede pensar.

Unos versos de Paisaje, de Jaime García-Máiquez (Otro cantar, Renacimiento, Sevilla, 2007, 22):

Lentos, los áridos tractores aran
los machadianos surcos soñolientos,
sin sospechar, siquiera, que humanizan
este paisaje terco, seco y viejo.

Son versos muy marcados -aliteración, referencias literarias- en un poema que en realidad es bastante sobrio y en el que habla del paisaje como espejo, como medio de hacer un autorretrato. Me llamaron la atención por lo que os podéis suponer.
Otro poema suyo, magnífico, lo tenéis aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario