2. José Luis Restán sobre el catolicismo irlandes (y español):
Irlanda ha sufrido un proceso cultural que tiene profundas analogías con el caso español. Una tradición católica profundamente arraigada en la historia, ha sufrido un desgaste terrible en poco tiempo, y las terapias del moralismo y de la mera defensa del patrimonio de los valores cristianos han mostrado su insuficiencia absoluta para responder a una auténtica mutación. Por otra parte, la disolución del tejido moral compartido, unida al fortísimo progreso económico, han abierto un espacio de profunda insatisfacción. Son muchos los que están de vuelta de las falsas promesas del 68, pero son incapaces de retomar el hilo de la tradición católica, porque no la reconocen como una respuesta a sus esperanzas frustradas. En este sentido, Waters advirtió del riesgo de reducir la propuesta católica a una agenda de temas perfectamente previstos y ya clasificados por la mentalidad progresista, tales como la defensa de la familia y la lucha contra el aborto. Con el símil de la estructura de un periódico, Waters decía que de esa manera los católicos son ubicados en una determinada página, privándoles de toda incidencia sobre el problema de fondo.
3. B16 sigue hablando de escritores cristianos de los primeros siglos (escribían en griego, claro). Ayer fue Orígenes:
¿Pero en qué consiste este hito, esta novedad tan llena de consecuencias? Corresponde en sustancia a la fundación de la teología en la explicación de las Escrituras. Hacer teología era para él esencialmente explicar, comprender la Escritura; o podríamos incluso decir que su teología es la perfecta simbiosis entre teología y exégesis. En verdad, la marca propia de la doctrina origeniana parece residir precisamente en la incesante invitación a pasar de la letra al espíritu de las Escrituras, para progresar en el conocimiento de Dios. Y este llamado «alegorismo», escribió von Baltasar, coincide precisamente «con el desarrollo del dogma cristiano obrado por la enseñanza de los doctores de la Iglesia», los cuales –de una u otra forma- acogieron la «lección» de Orígenes. Así la tradición y el magisterio, fundamento y garantía de la investigación teológica, llegan a configurarse como «Escritura en acto» (cfr. «Origene: il mondo, Cristo e la Chiesa», tr. it., Milano 1972, p. 43).
(...) Ante todo él leyó la Biblia con la intención de asegurar el texto mejor y de ofrecer de ella la edición más fiable. Éste, por ejemplo, es el primer paso: conocer realmente qué está escrito y conocer lo que esta escritura quería intencional e inicialmente decir. Realizó un gran estudio con este fin y redactó una edición de la Biblia con seis columnas paralelas, de izquierda a derecha, con el texto hebreo en caracteres hebreos –él tuvo también contactos con los rabinos para comprender bien el texto original hebraico de la Biblia-, después el texto hebraico transliterado en caracteres griegos y a continuación cuatro traducciones diferentes en lengua griega, que le permitían comparar las diversas posibilidades de traducción. De aquí el título de «Hexapla» («seis columnas») atribuido a esta enorme sinopsis. Éste es el primer punto: conocer exactamente qué está escrito, el texto como tal. En segundo lugar Orígenes leyó sistemáticamente la Biblia con sus célebres Comentarios. Estos reproducen fielmente las explicaciones que el maestro ofrecía durante la escuela, en Alejandría como en Cesarea.
Irlanda, en los últimos años ha cambiado mucho. Económicamente se ha puesto de algún modo a la altura del resto de los europeos de nuestro entorno. Pero lo que priva es la cultura del “pelotazo”. Me recuerda a la España del 92. Los nuevos ricos gastan su dinero fácil de modo escandaloso. Por otro lado, sigue habiendo verdadera pobreza en ciudades como Dublín, donde el consumo de drogas entre la juventud da miedo. Lo que no había notado nunca es que a la isla hubiera llegado el espíritu del 68. Muchos siguen con la mirada fija en el de 1916. Si se escucha menos a la Iglesia Católica es también a causa del extremo conservadurismo en el que estaba tan cómodamente instalada. Otra cuestión a tocar sería su responsabilidad tanto en el conflicto Norte-Sur, así como en las guerras civiles entre las distintas ramas del nacionalismo republicano irlandés que padeció la isla en la primera mitad del XX. Y durante décadas los colegios de la Iglesia han actuado como las más radicales ikastolas. Pero para tranquilidad de todos las iglesias (católicas y protestantes), siguen llenas.
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