Llevo siete años en Galicia y me resistía a ir a las procesiones de Ferrol, las más célebres de aquí: no quería comparar con Valladolid-Zamora y no podía comparar con Andalucía, de donde me parece que más influencias le vienen a estas procesiones. Al final fui.
La escena bonita del día: unas niñas entre seis y diez años vestidas de cofrades, que repartían -costumbre de Ferrol- estampas a la gente con su nombre detrás. Se arrancaba una y las demás la seguían, como palomas, en un desorden muy bonito.
La escena bonita del día: unas niñas entre seis y diez años vestidas de cofrades, que repartían -costumbre de Ferrol- estampas a la gente con su nombre detrás. Se arrancaba una y las demás la seguían, como palomas, en un desorden muy bonito.
Lo que íbamos a ver era la procesión del Encuentro, en la plaza de Armas. La plaza era una pesadilla miraras donde miraras, el Palacio Consistorial y los edificios muestrario del desarrollismo de los 60-70. La gente esperaba comiendo pipas y mascando chicle. Vendían globos. Me alegró ver a bastantes matrimonios jóvenes con varios niños: a mí me dieron pinta de militares, de la Armada.
En esa plaza se hacía el Encuentro. Sobre un balcón (debajo un repostero de terciopelo con la curiosa leyenda Coordinadora de Cofradías) radiaban lo más sustancioso un enteradillo laico y otro clerical. El laico explicaba cómo era el 'trono', qué floristería lo había decorado (un suponer: 'Flores Pepi'), quién había comprado los candeleros, de dónde venía la plata de los frontales (por ejemplo en el de san Juan: 'platas Genaro'), quién era la camarera de la Virgen y detalles como que la imagen de la Virgen llevaba un fajín de general de servicios donado por su hija (del general): detalles rancios en una ciudad rancia y con adjetivos rancios: las hermosísimas flores, el suntuoso trono, la conocida camarera. El radiador clerical hablaba de cosas como la actitud creyente: menos mal que nadie le hacía caso.
Había cuatro tronos: Cristo con la Cruz a Cuestas, san Juan, la Verónica y la Virgen. Llegó primero san Juan y se encontró con el Cristo. En el momento álgido los dos tronos, llevados a hombros, los levantaron todavía más, a fuerza de brazos: entusiastas aplausos. Odio los aplausos en general y los de las procesiones en particular. Ya los había habido cuando balanceaban los tronos, pero aplaudían el virtuosismo, no lo que creo que se pretende (al menos en Andalucía) al balancear un paso: hacer que vivan las imágenes. Luego al san Juan lo aparcaron al lado; en la maniobra quedó de cara al Palacio Consistorial. El predicador laico dijo que san Juan saludaba al Ayuntamiento y en ese gesto saludaba a todos los ferrolanos.
El encuentro más esperado, claro, era con la Virgen. La Verónica y san Juan estaban a un lado y en un momento determinado los cuatro tronos estuvieron subidos a pulso. Entusiastas aplausos. Globos al aire. Aroma de chicles y pipas. Yo reflexionando sobre el barroco español y sus excesos. Por la megafonía un dísco: el Ave Maria de Schubert, arrrgh. Supongo que querrían conseguir el repelú que (dicen) sientes en la Semana Santa de Sevilla. En mi caso no lo consiguieron.
El Cristo era como de juguete, a escala menor que la natural. Desde el punto de vista escultórico las imágenes eran muy malas; se salvaba la Virgen, porque era una imagen de vestir y estaba muy bien vestida, pero es que uno sale de Valladolid y todo lo demás que vea siempre será peor.
Quién fuera sencillo. Disfrutaría más de todo.
Gracias, arp. Por lo de Valladolid, digo. Yo siempre lo he pensado, pero no puedo decirlo tan claro por ser parte interesada.
ResponderEliminarA verdade é que é unha magoa a tua interpretación da Procesión e de xeralizar e calificar a cidade de "rancia".
ResponderEliminarFerrol é unha cidade marabillosa onde a razón e as tradicións locais ou foraneas saben como misturarse. Eu te pediría un novo vidro polo que mirar, e a próxima vez, e por exemplo ver a procesión dos caladiños, debaixo dun dos edificios modernistas do centro. O que ti fixeches é como xulgar a Compostela polos edificios da Praza de Galicia...
Sen ánimo de polemizar.
Saúdos cordiais
No todos los que comen pipas son sencillos. Tampoco es muy sencillo pinchar a Schubert en vez de cantar la Salve marinera (por poner algo que en Galicia pueda equivaler a la saeta, algo sentido y cantado con devoción). Galicia en general es bastante poco sencilla, vamos, me parece. Con siete años en Galicia seguramente ya te has dado cuenta, con perdón, sin ánimo de polemizar.
ResponderEliminarEs muy bonito lo de las niñas con las estampas, y dice mucho de tu gran capacidad para disfrutar, y de que allí lo más sencillo eran esas niñas y tú.
"Se arrancaba una y las demás la seguían, como palomas, en un desorden muy bonito": Aunque no nos dieras clase de literatura griega, sólo por esa frase ya me quedaría enganchada al "Compostela".
Magnífica narración, Arp. Has conseguido que me parezca atractivo algo que, a la vez, me parece espantoso. No sólo disfrutarás cuando conozcas la Semana Santa sevillana, sino que tendrás materiales de sobra para construir textos como éste. Yo, que no soy de Sevilla, me puedo permitir decir que sus procesiones son tan rancias como sublimes. Pero nunca, jamás, pincharían el Ave María de Schubert. Al contrario, te sorprenderán sus silencios. Adiós tópicos y viva el "repelú".
ResponderEliminarSi no eres de Ferrol, no lo podrás entender, si no eres religioso no La podrás entender (hablo de la Semana Santa Ferrolana), de todas formas ¡enhorabuena! ¡que observador!; dos o tres niños con padres...militares, pipas y chicle la gente de a pié, menos mal que no todo el mundo piensa como tu, ¡lo siento!, de verdad, que pena que no hayas disfrutado como otros miles de visitantes, un beso de una ferrolana.
ResponderEliminarFerrol es rancia. Rancia de cojones. Tanto como el resto de España. Y Sevilla dos veces rancia. La ranciedad es directamente proporcional al fervor religioso. Y al número de plazas de toros.
ResponderEliminarY tranquilo, sí eres simple. Tanto como los miles de palurdos que van al Rocío a tocar la figurita. Simple y patético.
yo alucino con esta gente k solo sabe criticar, no t mereces estar ni en ferrol ni en santiago ni en toda galicia , vete a tu tierra k seguramente no sera ni tan rancia ni los santos seran tan malos , lo menos k puedes acer es no critikar , x k estas ofendiendo a muchisima gente , y si no entiendes la semana santa ferrolana NO VUELVAS ni en semana santa ni ningun dia dl año ,
ResponderEliminarx k no eres bien recibido
una ferrolana en algun lugar d españa
De hecho ni he vuelto ni tengo intención de volver a la Semana Santa de Ferrol, así que por ese lado no tienes por qué preocuparte.
ResponderEliminarY 'gracias' por echarme de Galicia: parece que tienes reacciones típicas de algunos antiguos conciudadanos tuyos; menos mal que conozco a otros muy amables y buena gente, porque si no iba a sacar una impresión muy mala de la gente de Ferrol.