viernes, 2 de marzo de 2007

Centinela la aurora

Hoy se leía en Misa el salmo 129: mi alma aguarda al Señor, más que el centinela la aurora.
Y ahora que lo puedo ver con cierto distanciamiento, me he acordado de las veces que hice guardia en la mili. Eran guardias absurdas, burguesas, la hipocresía convertida en guardia, la constatación de lo que pienso ahora: debemos solicitar a Estados Unidos que se nos anexione, porque si hay una guerra en España (con los que ya sabéis) vamos dados.
Había una garita, pero todo el mundo hacía la vista gorda y pasábamos las horas en una habitación justo debajo, con una estufa y una tele pequeña. Ahí vi un capítulo de Mazinger Z a las tantas de la mañana y descubrí, años después, que era una basura.
Entre medias, horas en una habitación ('el cuerpo de guardia'), con frío, todo sucio, muebles prehistóricos: sillas y mesas de hierro. Dormir a ratos en un sitio que apestaba. La tele siempre encendida. Los cuarenta principales. Historias de la puta mili, ese panfleto supuestamente antimilitar que estaba en todos los cuarteles (como El jueves, esa supuesta revista antisistema que es pura burguesía para malotes).
Qué asco, que basura todo aquello. Pero me sirve para entender mejor el salmo: algo es. Entonces yo deseaba con todas mis fuerzas que llegara la aurora.

2 comentarios:

  1. Un par de anotacións de trazos grosos, expresionistas. Frases curtas que saen soas, escitas case sen pensar. Agardo que todo ben Un saúdo forte.

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  2. Vaya; ya es "casualidad". Te prometo que escribí mi entrada antes de haber leído la tuya... APR

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