¿No tocar?

Tarde del domingo: un rato a ver lo último en el CGAC. Por cierto, ¡que ya tienen web!

En la entrada, un cartel de 'No tocar' las 'obras de arte' (mi ego me llevó a pensar que por mi culpa: trasfondo aquí y aquí). En el centro de la sala, paquetes de ejemplares de un periódico o similar, y algunos ejemplares sueltos. Yo me atreví a hojear uno (contraviniendo expresamente el carte, pero no llegué al extremo de llevármelo, no fueran a amonestarme (otra vez).

De la exposición (Rexistros e hábitos. Máquina do tempo / Imaxes do espazo) mejor no decir nada. Varios 'artistas' realizaban sus 'propuestas' y se suponía que esas propuestas 'dialogaban'. Eso es lo que dice la presentación:

Como toda puesta en común "puesta en escena" de trabajos artísticos diversos, la exposición Registros y hábitos. Máquina de tiempo / Imágenes de espacio requiere la definición de unos límites que doten de sentido su presentación, con el fin de potenciar las individualidades y a la vez revelar las posibles tensiones derivadas de una provisional cercanía [genial lo de la 'provisional cercanía']. En el inicio no había un guión preciso [eso parece], más bien una pregunta, una urgencia [estructura bimembre: los textos sobre arte son siempre marcadamente retóricos] de intentar definir los modos en que registramos el tiempo y las historias, de la que se deriva otra interrogación sobre cómo ocupamos, cómo [estructura bimembre] habitamos el espacio, los espacios [estructura bimembre].

Entre los 'artistas' había uno israelí, Yael Bartana. En un vídeo mostraba lo que yo supuse que eran palestinos con sus 4x4, intentando subir por unas laderas de arcillla a base de darle pastilla: supongo que se podría tomar como una metáfora de la violencia. En otro vídeo, jóvenes activistas de izquierdas juegan a Evacuation of Gilad's Settlement: hacen de colonos ultrarreligiosos que se niegan a abandonar un asentamiento, je, je. Pena me da que los artistas israelíes tengan que pagar peaje político para que en Europa les demos la bendición (lo mismo les pasa a los yanquis). Yo me acordaba de Batya Gur, que no tiene que hacer vídeos soporíferos para describir la enorme complejidad de la sociedad del Israel actual (y era de izquierdas, pero era una artista). Acabo de releer su Muerte en el kibbutz y me ha vuelto a impresionar: magnífica novela, que yo pondría de lectura obligatoria para temas de teoría política.

Bien, a la salida pregunté a una amable señorita si podía llevarme el 'periódico' y resultaba que sí, que podía (no lo decía en ninguna parte y nadie más se había atrevido, supongo que por el cartel de No tocar). En el camino a casa acabé con luxación de brazo porque el 'periódico' tiene 320 páginas (es como llevar 5 ejemplares de El País a la vez). Se titula Ergo sum y debajo pone Cognitio sine discursus [¡sic!: pero Erick, quién te manda ponerlo en latín si lo vas a poner mal, maldición; 'sine discurso' o 'sine discursibus'; ¿para qué narices querías ponerlo en latín?].

Son recortes de un tal Erick Beltrán, comisionado por la Fundación Tàpies y el CGAC para hacernos partícipes de lo que le resultaba curioso durante varios meses, puesto todo impreso en formato 'periódico'. El 'rollito teórico' va sobre el hecho de juntar cosas, los discursos, los contextos y la 'creación de sentido' (palabra vitanda). De hecho el titular de portada es:

¿Qué es el discurso?

Dentro hay todo tipo de cosas. Así se explica en la información de la exposición:

Erick Beltrán estudia las estrategias mediante las cuales seleccionamos un grupo de cosas o ideas de un universo para la construcción de un discurso "materializado en un periódico extendido, un periódico de más de trescientas páginas titulado Maduración de Ostwald (2006)", consciente de que todo conjunto, toda información puede ser otra si se tiene una forma distinta de editarla y/o traducirla [fijaos en la tremenda profundidad de la idea de que la información puede ser otra si se edita o traduce de forma distinta].

Y digo yo, Erick, zin acritú: ¿por qué no abriste un blog y nos hubiéramos evitado gastar una pasta en editar tu 'periódico'?

Ahora va a resultar que publicar en papel va a ser lo rompedor. ¡Cosas veredes!
Más sobre Erick Beltrán (para masoquistas) aquí.