lunes, 4 de diciembre de 2006

Y dale con los conversos

Hoy iba a poner una entrada intrascendente, sobre la lluvia, a propósito de que llevamos mil litros por metro cuadrado en dos meses (eso es el doble de lo que llueve en todo el año en la mayoría de España), pero los comentarios a esta entrada merecen eso, un comentario:
Sobre Greene: se me olvidó contar que siempre llevó una foto del padre Pío en su cartera (otra pincelada para un retrato complejo, a lo Bacon). Es verdad, aunque sólo fuera por El tercer hombre ya sería recomendable. Sobre el resto de sus novelas espero tener una opinión más informada pronto. Como persona no le tengo mucho aprecio, aunque eso debería ser más o menos indiferente para valorarlo. Lo último que hizo fue dejar su herencia a su esposa, a la que había abandonado hacía cuarenta años; a su amante, que le había cuidado los últimos años: nada. No sé por qué, pero ya no me apetece nada leer a Moeller, que fue uno de los libros que más me impresionaban antes. Quizá es que ahora tienda a ser menos comprensivo.
Sobre Waugh: con todo su esnobismo (que no niego que me atrae mucho), su frase de 'si no fuera católico sería un monstruo' (cito de memoria) ya sería suficiente para que le tuviera cariño. Tengo que leer alguna biografía de él. Puestos a sacar trapos sucios, eran notorios sus problemas con el alcoholismo y su intolerancia, pero no sé por qué, todo lo miro con indulgencia en él, algo que no me pasa con Greene, seguramente por cuestiones de afinidad. Yo que tengo en una peana Retorno a Brideshead, Un puñado de polvo, Helena, Más banderas, Hombres en armas, los cuentos, no puede menos que mirar con cariño los problemas de Waugh.
Sobre C. S. Lewis: si lo comparas con Tolkien no hay posibilidad de salvación: no me gusta Narnia ni las novelas de ciencia ficción. No me gusta la alegoría. Prefiero las cartas de Tolkien a todos los ensayos de Lewis. Sólo me interesó quizá Los cuatro amores, pero ha quedado totalmente superado por la encícilica Deus caritas est. No niego que haya también una cierta inquina por no haberse convertido (así soy, no lo puedo evitar).
A Bernanos no he conseguido leerle más de tres páginas seguidas.
Queda pues abierto este comentario a posteriores correcciones.

10 comentarios:

  1. A Lewis lo respeto como novelista por Mientras no tengamos rostro. De lo más sólido que me he echado a los ojos.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por resolver mis dudas, tenía curiosidad. Me pasa igual que a tí con Narnia: no lo soporto. Pero, sin embargo, el autor me inspira mucha simpatía, quizá porque, a pesar de no recibir ninguna crítica halagüeña de Tolkien, nunca ocultó su devoción por "The Lord of the Rings", y mantuvo con él siempre una amistad inquebrantable. Es interesante el debate que mantuvieron ambos acerca de la autonomía de la obra literaria, y de que ésta no puede contener referencias más allá de ella misma, etc etc (daría para otra entrada).
    Respecto de Bernanos, prueba a leerlo en francés (suena muy esnob,lo siento). La traducción de "Diario de un cura rural" que sacó hace un par de años o tres Encuentro no había por dónde cogerla. Pero, de verdad, entra dentro de la categoría de libros que "hay que leer". Dale otra oportunidad.
    Por lo demás, no des por zanjado el tema de los conversos que da para mucho. Un saludo muy cordial.

    ResponderEliminar
  3. Coincido con Sanz Rioja en su valoración de 'Mientras no tengamos rostro' y contigo en 'tener en los altares' a Waugh. Si lees su correspondencia, que ignoro si está traducida al español, encontrarás muchos datos sobre él aunque para mí, el 'Retorno...' es casi una confesión.

    ResponderEliminar
  4. Es curioso que me pase algo parecido con Moeller. Fue una lectura subyugante de hace... ¡veinticinco años! Mucho más tarde he querido releer lo leído, y no sé por qué, también el "Moeller" se me ha caído de las manos. Habent sua fata libella.

    ResponderEliminar
  5. A mí, Jesús, no me convenció Mientras no tengamos rostro; no sabría por qué ahora, pero quizá por una amargura de fondo que puede ser otro de los motivos por los que me siento alejado de Lewis.
    Verónica, lo que dices de su amistad con Tolkien es un punto a favor. Creo que hablé alguna vez de los distintos planteamientos de Tolkien y Lewis respecto a la creación literaria, porque es un tema que me fascina, pero supongo que también habrá cosas interesantes en el blog de Hernán, Esperando nacer (en mi lista de favoritos). Le tengo que dar una oportunidad a Bernanos.
    T, sólo he leído trocitos de cartas de Waugh, pero no están traducidas al español. Para la lista, junto con una biografía de Stannard que he visto que existe.
    Joaquín, quizá Moeller era de otra sensibilidad, de buscar qué había de bueno en aquella literatura (sobre todo francesa) que tan lejana parecía de una perspectiva católica. Puede que el problema sea en parte que varios de esos autores no me interesen nada ahora [ni entonces, pero entonces estaba más 'acomplejado', por decirlo de alguna manera y les tenía un miedo respetuoso], por ejemplo Gide, Simone de Beauvoir, Sartre o Marguerite Duras. Sí que recuerdo con cariño el capítulo sobre Bergman y el de Ana Frank.

    ResponderEliminar
  6. Bueno, lo de Moeller es un conjunto de tesis doctorales, quiero decir que son artículos muy especializados. Otro inconveniente es que trata a algunos autores hoy muy olvidados. Pero anima a descubrir a otros, y quizá eso sea lo mejor que tenga.

    ResponderEliminar
  7. ¿Has leído el de Carlos Pujol, Siete escritores conversos?

    ResponderEliminar
  8. Sí, sí, Evelyn Waugh, claro, ese y Chesterton son los más grandes.

    ¿C. S. Lewis? "Una pena observada"...

    ¿Greene? ¿Bernanos? Seamos serios, por favor... No mezclemos churras con merinas.

    ResponderEliminar
  9. Sí que leí los Siete escritores conversos de Pujol: grandísimo libro. Creo que ya hablé de él en el blog.

    ResponderEliminar
  10. He leído algunos libros de Tolkien(entre ellos 3 de los correspondientes a "Crónicas de Narnia")y me ha parecido verdaderamente grande el titulado "Cartas del Diablo a su sobrino",hasta el punto de hacerme el propósito de releerlo cada año.Es una verdadera guía para la vida.

    ResponderEliminar