1. Heráclito, Diels-Kranz, fragmento 67 (en Hipólito, Refutación de todas las herejías, IX, 10):
ὁ θεὸς ἡμέρη εὐφρόνη͵ χειμὼν θέρος, πόλεμος εἰρήνη͵ κόρος λιμός (τἀναντία ἅπαντα· οὗτος ὁ νοῦς), ἀλλοιοῦται δὲ ὅκωσπερ πῦρ, ὁπόταν συμμιγῆι θυώμασιν, ὀνομάζεται καθ’ ἡδονὴν έκάστου.2. Luis Alberto de Cuenca, "Cosas de Heráclito", en Por fuertes y fronteras, 1996 (y en Los mundos y los días. Poesía 1972-1998, Madrid, p. 208):
La divinidad día-noche, invierno-verano, guerra-paz, hartazgo-hambruna (los contrarios todos: ese es el pensamiento), cambia justo como el fuego cuando se mezcla con los aromas, se llama al gusto de cada uno.
COSAS DE HERÁCLITO
Decía el viejo Heráclito: “Nadie puede bañarse
dos veces en el mismo río, pues todo fluye.”
Y también: “No podrías recorrer los dominios
del alma, ni escapar de un sol que no se pone.”
Si sólo fuera eso, no tendría importancia,
pero dice otra cosa que golpea mi mente
cada vez con más fuerzas y me tiene hecho polvo:
“El camino hacia arriba y hacia abajo es el mismo”.
¿Oximoron?
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