domingo, 6 de agosto de 2006

Primeras impresiones de Graz

Por la mañana, Misa en una parroquia con coro y orquesta, que interpretó una Misa de Mozart, chúpate esa. La Misa (con mayúsculas) y la Misa de Mozart (con mayúsculas también, aunque un poco más pequeñas) im-pre-sio-nan-te. Nada comparable en España, ni aunque lo intentáramos durante varios meses. La tradición no se inventa y la delicadeza tampoco: la Misa de Mozart, con toda su belleza, estaba subordinada a la otra, o mejor, contribuía a la otra.
Muy bonito Graz: parques, iglesias, cerveza (con moderación, eh!).
Seguiremos informando.

2 comentarios:

  1. ¡Muy bueno! Esperamos más noticias de Austria. ¿Irás a Viena o Salzburgo en algún momento? ¿Hay en Graz recuerdos algún personaje ilustre como un Juan de Austria?

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  2. Pues a mí Mozart, reconociendo su genialidad y admirando sus óperas y muchas de sus sinfonías, no me llega tanto en la música religiosa (excepción hecha, quizás, del Requiem -especialmente el Lacrimosa- y de alguna misa). Y no creo que sea porque fuera un masoncete. Sin embargo, me basta cualquier acorde de Bach (no ya de las cantatas, del Magnificat o de las Pasiones, sino de cualquier suite o concierto) para dar inmediatamente gracias a Dios. Y por no salir de Austria, el católico Bruckner me parece mucho más profundo (no me gusta la palabra "trascendente"). Dedicó su monumental novena "al buen Dios, si se digna aceptarla").
    Por mi parte, progreso adecuadamente con Flannery, ya te contaré.

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