En la Universidad de Graz tienen un Museo de criminología que haría las delicias de mi hermana Marga. Sólo he visto lo que está a la entrada, pero ponía los pelos de punta: armas homicidas, fotos de ahorcados y por el estilo. Todo muy morboso.
Son cosas que fue recopilando uno de los primeros criminólogos de la historia, Hans Gross, a inicios del siglo XX. Es como las historias de detectives, pero en la realidad.
Un cartel:
No se parece, pero es idéntico.
La huella digital no se puede falsificar!
Más, en la página del Museo (con fotos, para quien no sepa alemán).
Estuve mirando las fotos.Suerte que no entraste, es macabro, te habría arruinado las vacaciones.
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