Este mes he estado leyendo la segunda parte de El Quijote, sin pasar por la primera. Cada vez me parece un libro más triste, a pesar de que en algunos momentos me río a carcajadas. Es de una crueldad tremenda y a la vez de un cariño inmenso de Cervantes por Don Quijote y Sancho.
Algunas frases que me han llamado la atención (edición popular de la RAE en Alfaguara):
p. 758: Un personaje "vio que don Quijote izquierdeaba" [=tenía ramalazos de locura].
p. 785: "zahorí de las historias".
p. 991: los de un pueblo que juegan a hacer una Arcadia pastoril duermen en "tiendas de campaña" [no se me ocurre nada menos pastoril ahora].
p. 611 "maravilloso silencio" en la casa del caballero del Verde Gabán. Esto ya lo ha señalado muchas veces Andrés Trapiello y yo lo veía ahora desde la perspectiva austriaca, el amor al silencio que tienen allí. Sólo hacen ruido las ambulancias y los niños, pero la gente valora el silencio y respeta el de los demás, algo que en la España de ahora no entendemos ni por el forro.
Lo del "maravilloso silencio" cervantino lo toma Trapiello de Jiménez Lozano, que dedica muchas páginas al tema en sus dietarios. Con la selva bibliográfica que hay sobre El Quijote nadie antes había reparado en ello. Al señor Jiménez Lozano lo que es de Jiménez Lozano (con permiso del señor Cervantes, claro).
ResponderEliminarEstupenda selección de frases. Ese sentimiento tuyo ambivalente hacia el Quijote, tan natural, lo explica muy bien Cesáreo Bandera, incluyendo lo maravilloso del silencio del caballero del verde gabán.
ResponderEliminar