Letras de canciones

Habla Esperando nacer con su habitual agudeza (y mucho humor) de los errores que algunos cometen con las letras de canciones religiosas, que dan ocasión a frases absurdas o tontas, aunque no tanto (a veces) como los originales.

Yo, claro, me acordé de la canción a san Antonio que nos cantaba Antón, aprendida directamente en su aldea. Es una narración muy larga de los milagros del santo, y en un momento va y dice:

"El mar refrena su iiiiira..."

aunque en el pueblo de Antón, lo que cantaban las ancianitas era:

"El masón cambia de viiiiida..."

Son dos versiones paralelas, la primera muy clásica (me recuerda cosas de fray Luis de León) y la segunda rabiosamente contemporánea de los Episodios Nacionales de Galdós que estoy leyendo ahora (con placer creciente, Galdós es un monstruo).

En el nº 13 (El grande Oriente) se describe el desarrollo de logias en España en torno a 1815 y Galdós se ríe de las ceremonias masónicas, bastante ridículas, que mezclaban lo cristiano con símbolos ilustrados y de toda una tradición esotérica que en último término es la que surgió en el Egipto griego de los primeros siglos de nuestra era.

Los masones, tal como los describe Galdós, eran un grupo de apoyos mutuos y de planteamientos liberales, enfrentado a muerte a los absolutistas (los seguidores del rey Fernando VII, el peor rey de la historia de España, según Galdós). En un episodio anterior (Cádiz), cuenta que el único que se opuso a la nueva Constitución de 1812 fue el Obispo de Orense. Con los Episodios Nacionales estoy consiguiendo volver a ver la política con mirada distanciada, que no es poca cosa: esos enfrentamientos de las dos Españas, que cristalizan a principios del siglo XIX, son tremendamente aleccionadores de lo que pasa cuando todo se polariza en dos opciones antagónicas.

En fin, que es gracioso imaginarse a las viejecitas de la aldea cantando que los masones se arrepienten de su malvada vida. Ay, qué tiempos aquellos.