viernes, 29 de julio de 2005

Historias de la guerra

Otra colaboración de Antón, historia de la guerra civil en su familia:
Como mi abuelo paterno era jefe de estación, en 1938 le mandaron trasladarse a Toledo. La ciudad y la estación propiamente dicha estaban aún bajo control republicano, por lo que se instalaron en una estación privada que el Duque de Veragua, a la sazón el joven Don Diego Colón de Carbajal, que más tarde moriría a manos de ETA, tenía en sus terrenos de Higares para transportar los toros y caballos que se criaban allí. El título de Duque de Veragua fue concedido por los Reyes Católicos a Cristóbal Colón.
La estación estaba a unos 5 Km de la escuela, y los cuatro hermanos de mi padre (que aún no había nacido), de 12, 8, 6 y 4 años, iban a la escuela subidos en una mula. El más pequeño aún no tenía edad para ir a la escuela, por lo que volvía a casa guiando a la mula después de dejar a sus hermanos en clase. La gente recriminaba a mi abuelo que dejara ir al crío solo estando las cosas como estaban, pero mi abuelo les decía que "esas gentes son muy listas y no nos hacen nada, que están enterados de todo y saben que los nacionales me mataron un hermano".
La madre del Duque, una señora que se había educado en el extranjero, daba para entretenerse clases de música en la escuela, causando gran escándalo entre los otros maestros porque fumaba. Un día que estaba en la estación supervisando el envío de caballos al frente, decidió gastarle una broma a mi abuelo desenroscando el cuello de la cantimplora de donde bebía. Al ir a beber toda el agua se le cayó por encima. Mi abuelo repetiría durante toda su vida, con sincera admiración que "qué simpática era la señora Duquesa".

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