miércoles, 22 de junio de 2005

Viaje a Canarias III

Interesante el Congreso: Galdós es una cima de la literatura mundial y aquí están los de su secta. He tenido ya conversaciones interesantes, que me ayudan a cubrir algunas de mis ignorancias sobre el escritor.
Saludé con una sonrisa a la japonesa que me rechazó un artículo en una revista americana porque no citaba en él a hispanistas americanos en inglés (sic). Espero que no se acordara de mí, porque le mandé un mail furibundo (aunque educado) sobre el tema. Hoy me ha visto y no sé si me miraba mal (estas japonesas son inescrutables).
Anécdota de esta mañana (contada por el hijo del protagonista): uno de los grandes expertos en Galdós quiso dar una conferencia sobre él en Canarias (era 1967). Cuando ya estaba en Las Palmas le avisaron de que él obispo Pildain la había vetado. Al final pudo darla porque, según le dijeron, a Franco le gustaba mucho la obra de Galdós.
He visitado la Casa donde nació el escritor, aunque ahora está en obras. No he podido consultar los libros de su biblioteca; habrá que volver a Canarias (pero no en junio, que hace mucho calor): no hay otro remedio.
Si no habéis leído nada de Galdós, algunas recomendaciones: Misericordia, Nazarín-Halma, Miau, El amigo Manso, La de Bringas, Marianela.
Si no os gusta, es que sois demasiado jóvenes para apreciarlo. Esperad cinco años y volved a él. Si sigue sin gustaros entonces es mejor que dejéis de leer para siempre.

1 comentario:

  1. "Lo prohibido", "Fortunata y Jacinta", "Ángel Guerra", "El doctor Centeno"... todas sus novelas son maravillosas. Yo empecé a hacerme galdosadicta en la adolescencia, con las dos primeras series de los "Episodios Nacionales". La edición de Aguilar con sus obras completas es uno mis tesoros más preciados.

    Galdós representa la mejor herencia de Cervantes; está a la altura de Dickens o Chejov.

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