Dos recomendaciones de lo que he leído recientemente: Como un libro cerrado, de Paloma Díaz-Mas y Vieja escuela, de Tobias Wolff.
El libro de Díaz-Mas es un repaso de su prehistoria como escritora. Muchas cosas que me recordaron mi infancia. Serenidad en la descripción de una época. Algo de blog (recuerdos + fotos). También otro caso más del latín y el griego como asignaturas tiranizadoras: es un tema omnipresente en la literatura española, pero casi ausente (que yo sepa) de la anglosajona: interesantes consecuencias que ahorro a mis benévolos lectores.
De Tobias Wolff había leído sus recuerdos de infancia y del ejército; ni fu ni fa: demasiada complacencia en los chascarrillos militares para mi gusto. En cambio aquí lo hace muy bien contando sus recuerdos en un internado elitista: cómo nace un escritor. El afán de emular. La creación y el plagio. El amor por la lectura y la escritura omnipresente en la cultura anglosajona. La adoración por Hemingway, que no acabo de comprender. Ese último párrafo que convierte un libro normal en un gran libro.
Dos libros para que teoricen los de Teoría de la literatura, que ya deben estar aburridos de citar siempre a Borges.
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Me voy a Canarias: iremos contando.
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