Se recuerda ahora que han pasado 25 años de lo que llamaron La movida, que nos han vendido como movimiento cultural de primer orden, cuando con la perspectiva de los años sólo son algunas canciones que nos gustan (no sé si más por recuerdo de entonces que por su valor propio). Lo que está claro es que la mayoría no resisten el paso del tiempo. Aquello fue un auténtico baño de desmadre y malditismo, que llevó a la tumba a un buen grupo de gente y al que consiguieron sobrevivir algunos, quizá los más mejores: Almodóvar, Alberto García-Alix, Alaska. Carlos Berlanga y Poch murieron y eran grandes.
Canciones que se me vienen ahora a la cabeza:
Quiero ser un bote de Colón / para salir anunciado en la televisión (Alaska y los Pegamoides).
Branquias bajo el agua (Derribos Arias).
Yo tenía un novio que tocaba en un conjunto beat (Ruby).
Chica de ayer. Lucha de gigantes. Se dejaba llevar (Nacha Pop /Antonio Vega)
El más grande: Antonio Vega, QUE ACTÚA ESTE VIERNES en la plaza de la Quintana; allí estaremos oyendo, como dice Diego, su concierto de despedida, ahora que no se sabe si capeará por fin sus problemas con las drogas o ya es demasiado tarde.
En El país semanal de ayer: “Descubrir la heroína fue algo acojonante. No teníamos precedentes, no se veían yonquis tirados por la calle. Estábamos seguros de haber encontrado la solución para paliar todo lo desagradable de la existencia. Pasaron años antes de comprender que aquello tenía trampa”También: “Lo que no sabíamos entonces es que tanta euforia iba a traer consigo una gran factura emocional”.
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