Leo lo siguiente en el libro de Colin Thompson sobre fray Luis (p. 91, n. 94), una cita que toma de H. Kamen (Spanish Inquisition, p. 162), que a su vez lo tomó de Gregorio Marañón ("El proceso del Arzobispo Carranza", BRAH 127 (1950), p. 145), que recoge lo que dijo un miembro de una delegación romana enviada por el Papa a España, y en la que estaban tres prelados que luego serían Papas (Gregorio XIII, Urbano VII y Sixto V) para intentar (sin éxito) que se entregara a Roma al arzobispo Carranza, en la cárcel de la Inquisición muchos años, en un proceso injusto contra un hombre bueno:
Tendría que mirar lo de Marañón, porque seguro que toma el texto de otro.Nadie se atreve a hablar a favor de Carranza por miedo a la Inquisición. Ningún español se atrevería a absolver al arzobispo, por muy inocente que le creyera, pues esto equivaldría a oponerse a la Inquisición. La autoridad de ésta no podría consentir que se declare haber preso injustamente a Carranza. Los más ardientes defensores de la justicia opinan aquí que vale más condenar a un inocente que no el que sufra mengua alguna la Inquisición.
Aun así, el texto sigue teniendo la fuerza original, a pesar de tanta cita interpuesta.
Y todavía hay gente que defiende la Inquisición, o quiere comprenderla.
No sé mucho del tema pero hay unas lineas más que ineteresantes al respecto de Carranza en el libro "Las parábolas de Jesucristo" de Leonardo Castellani.
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