lunes, 20 de diciembre de 2004

El emigrante

Me sonaba que mencionaban la canción en el Diario de un emigrante de Delibes. Es una novela en forma de diario de un español (de Valladolid) que emigra a Chile. Y sí; aquí está:

p. 31 Y Melecio tiró de armónica y se metió con El emigrante, y yo no sabía si reír o llorar, pero notaba una cosa así, sobre la parte, que casi no me dejaba respirar.


p. 98 Cuando tocaron El emigrante, se me puso una cosa así sobre la parte que yo no sé a ciencia cierta si era murria o gana de hacer del cuerpo. A la chavala se le iban las lágrimas.


p. 176 La pusimos después de cenar, y lo que son las casualidades, lo primero Cuando salí de mi tierra. ¡Anda y que tampoco tiene sentimiento la canción esa! Oyéndola se pone uno a recordar y no acaba. Terminé murrio.

Tengo que hacer un rosario
con tus dientes de marfil

para que pueda besarlo
cuando esté lejos de ti,
sobre sus cuentas divinas
hechas de nardo y jazmín
rezaré pá que me ampare
aquella que está en San Gil.
Y adiós mi España querida,
dentro de mi alma
te llevo metida,
y aunque soy un emigrante
jamás en la vida
yo podré olvidarte.
Cuando salí de mi tierra
volví la cara llorando
porque lo que más quería
atrás me lo iba dejando
,
llevaba por compañera
a mi Virgen de San Gil,
un recuerdo y una pena
y un rosario de marfil.
Y adiós mi España querida (etc.)
Yo soy un pobre emigrante
y traigo a esta tierra extraña
y en mi pecho un estandarte
con los colores de España,
con mi patria y con mi novia
y mi Virgen de San Gil
y mi rosario de cuentas
yo me quisiera morir.
Y adiós mi España querida (etc.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario