He soñado con Vicente: me lo encontraba no sé donde y me contaba que era marino mercante y tenía una hija de 21 años. A mí no me extrañaba lo de la hija, sino lo de marino mercante en alguien de Castellanos de Castro (Burgos), pero lo dejaba estar.
Este Vicente era muy revoltoso y don Luis un día lo dejó atado a una silla durante dos horas, mientras el resto de la clase nos íbamos de paseo hasta el convento (teníamos siete años). Por la noche mi padre, que era el director de la escuela, me preguntó qué había pasado y se lo conté. Que recuerde, no pasó nada, pero la imagen de Vicente atado a la silla no la he olvidado.
Don Luis era un hombre alcohólico perdido, como se pudo comprobar varios años después cuando apareció en el patio de la escuela borracho como una cuba, seguido por los niños para ver las tremendas toñas que se pegaba contra el suelo. Ahí ya no se pudo arreglar la cosa y dejarla correr y al final don Luis acabó en Burgos de maestro; a mis padres les extrañó ese ascenso que era imposible para mi padre entonces, pero don Luis debía de tener amistades. Este don Luis se empeñó también en que yo dejara de ser zurdo: menos mal que mi padre era el director ...
Esto puede ser un retrato de una época: ahora habría sido todo distinto.
Esto puede ser un retrato de una época: ahora habría sido todo distinto.
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