En este pasaje compara san Juan de Ávila a Cristo como hombre con las muestras que hacen los pintores y también se acuerda del banquete del rey Asuero para hablar de la unión de Cristo en su humanidad con nosotros:
Porque, así como los grandes amanuenses o pintores suelen hacer en sus oficinas muestras de labores cuando se quieren dar a conocer -y en ellas emplean todo su saber y activan al máximo su capacidad para que todo el mundo vea el alto nivel que alcanza, así Dios en su bondad, generosidad y magnificencia infinitas decidió crear una criatura nueva y tratarla con toda magnificencia y gracia para que por esta obra conocieran los cielos y la Tierra la grandeza de esos atributos.El rey Asuero hizo un solemnísimo banquete para que todos sus reinos viesen la grandeza de sus riquezas y su pompa. El rey del cielo hizo otro banquete a esta santa humanidad, con la que Él se desposaba, para que todas las criaturas, las celestiales y las terrenas, conociesen por él la grandeza de sus riquezas, la bondad y largueza divinas, que a tales cosas se extendían.
Tratado del amor de Dios. San Juan de Ávila, Edición, introducción y notas de Adelino Álvarez Rodríguez, Cuenca, Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 2013, 55

No hay comentarios:
Publicar un comentario