jueves, 8 de agosto de 2024

El Señor de los Anillos II . Las dos torres

A mediados de julio acabé el volumen II de El Señor de los anillos. Es curioso que recordase detalles -y han podido pasar treinta años o más desde que lo leí por última vez- y todavía tenía una idea general del argumento; también es verdad que leí el libro varias veces en aquellos años y siempre con mucho interés, sobre todo puesto en el argumento. Ahora me fijo más en otras cosas.

El segundo volumen me ha gustado sobre todo en su segunda parte; la primera la he sobrellevado, porque no acaba de atraparme la historia de Rohan y tampoco mucho la de Fangorn. Ni Merry ni Pippin consiguen aparecer como personajes destacados: tienen su función, pero no logro interesarme por ellos. Algo parecido me pasa con la amistad de Legolas y Gimli. Incluso Aragorn como personaje tiene pocas facetas, es como muy definido siempre en sus rasgos, sin evolución ni interioridad que se pueda percibir. 

A mí lo que me interesa es lo que les pasa a Frodo y Sam, con la figura de Gollum por el medio. Me conmueve el personaje de Frodo, el peso de la responsabilidad que lleva. Me resulta fascinante la figura de Sam. El final de este segundo volumen es trepidante.

Me interesan menos las aventuras que la tragedia de fondo: en el volumen I era la sensación del fin de un mundo, aquí la necesidad de inmolarse si fuera necesario por un bien que quizá ni siquiera sea luego recordado.

2 comentarios:

  1. A mí todo lo que tiene que ver con Rohan también me deja indiferente. No encuentro que aporte nada.

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    1. Estoy leyendo las cartas de Tolkien y ahí dice que el pasaje en el que se oye llegar a los jinetes de Rohan todavía le emocionaba releerlo. Supongo que sí, ese momento sí.

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