jueves, 23 de mayo de 2024

Por Burgos: las Doroteas

Me puse a hablar aquí de lo que vi el día que fuimos por Pancorbo pero sin contar antes lo ya habitual: el viaje de ida y vuelta, el parchís, lo que vi en Burgos.

Pues en el viaje de ida y vuelta escuché varios programas del Club Dalroy, para los que no sé encontrar tiempo en mi sedentaria vida habitual: en el coche los disfruto mucho. En concreto, uno sobre Girard, otro sobre santo Tomás y también uno sobre la paternidad en el cine. Muy bien. Además oí una conferencia sobre la batalla de Yarmuk, de la que no tenía ni idea y que parece que fue decisiva para la expansión del Islam en el siglo VII. Cuántas desgracias trajo consigo, pienso.

Al parchís quedamos empates a dos. Fueron trepidantes todas las partidas, aunque hubo una especialmente intensa, que perdimos a base de que nos comieran repetidamente la última ficha que nos quedaba, solitaria.

El domingo había una visita guiada al convento de las Doroteas. A mí me daba pereza porque soy así, poco amante de moverme, pero me empujaron, así que fuimos a Misa allí y luego un sacerdote muy simpático nos hizo una visita guiada, muy interesante, dentro de lo que quedaba en el convento, porque mucho se perdió cuando los franceses de Napoleón lo usaron de cuartel. Son monjas agustinas que comenzaron a finales del XIV en torno a una mujer piadosa que se llamaba Dorotea.

Quedaban dos buenas tumbas de principios del XVI en el presbiterio, una del primer obispo de Almería, don Juan de Ortega, y otra de un familiar suyo:


En la otra tumba estaba representada en alabastro la entrega de la casulla de san Ildefonso:



Era bonita esta imagen filipina de la Virgen, creo que del XIX. Ahora entre las monjas hay mayoría de filipinas, así que encaja más todavía:

Había un patio del XV, donde parece que aprovecharon una casa adyacente. Era pequeño y recoleto:

No hay comentarios:

Publicar un comentario