jueves, 30 de junio de 2022

Los ricos no entrarán

Estoy aprendiendo un montón de un monumental libro sobre san Juan de Ávila*. Cuenta que en el proceso de la Inquisición, que le tuvo encarcelado un año, fue acusado de que:
había dicho, en un el sermón predicado en la plaza de San Francisco, «que el paraíso se había hecho para pobres y labriegos, y que a los ricos les era imposible salvarse»; que, predicando sobre el pasaje «misericordia quiero y no sacrificios» (Mt 9,13), había dicho «que era mejor dar limosnas que dejar capellanías» (131).

Cuando le presentaron esas acusaciones replicó: 

«no dijo que ningún rico pudiese salvarse, sino aquellos que, pudiendo hacerlo, no quieren remediar a los necesitados, porque estos tales son malos y asesinos de los pobres. Y que no otra cosa dice el Evangelio: En verdad os digo que los ricos difícilmente entrarán en el reino de los cielos. Bienaventurados los pobres de espíritu ...» (131-132).

 E indicó que atendía en su predicación a situaciones reales. Recoge esto Fernández Cordero en n. 53:

«Dijo también haber sido informado, que en Écija, antes que él predicase, los pobres padecían extrema necesidad, y que algunos comían hierba; según le habían asegurado testigos de vista; por donde estimó necesario reprender a los ricos, los cuales, pudiendo, no ponían remedio, sabiendo tan gran necesidad. Y así dijo que los ricos que podían y no lo remediaban, eran malvados y matadores de los pobres; y que, si no se enmendaban, se despidiesen del cielo; o semejantes palabras; y, en fin, concluyó que el rico bueno y el pobre bueno se pueden salvar» (132 n. 53, citando a C. M. ABAD, «El proceso de la Inquisición contra el beato Juan de Ávila. Estudio crítico a la luz de documentos desconocidos», Miscelánea Comillas 6, 1946, 95-168, p. 118).

*Mª Jesús Fernández Cordero, Juan de Ávila (1499?-1569). Tiempo, vida y espiritualidad, Madrid: BAC, 2017 

12 comentarios:

  1. El concepto de "pobreza de espíritu" ha sido muy mal comprendido e interpretado a lo largo de los siglos. Lo de los pobres y los ricos buenos etc. es una simpleza.

    Los Padres, como siempre, estaban a años luz de todo lo que vino después.

    ResponderEliminar
  2. Cito literalmente el Evangelio (Mateo, 19,23-24): "Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios".
    Por supuesto, a esas palabras. como a todas, se les puede dar las vueltas y arrimar los sofismas que se quieran.
    Pero es obvio que, si Jesús dice, un ejemplo, que los naturales de Huesca "difícilmente entrarán en el reino de los cielos", y que es más fácil algo tan imposibie como que un camello pase por el ojo de una aguja que el que un oscense entre "en el reino de Dios", lo que está diciendo es 1) que de los naturales de Huesca es casi imposible (o sin casi) que se salve nadie. 2) que los naturales de Huesca son en general bastante atroces, ya que es precisamente eso, el ser atroz, la condición de malvado irremediable, lo que según la doctrina evangélica puede privar a alguien de la salvación.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No hay duda en cuanto a qué es un oscense, pero ¿qué es un rico?. Hay políticos que han hecho carrera despotricando contra los ricos, y hoy viven en chalets y disfrutan de robustos sueldos y prebendas vitalicias. ¿Son ricos?. Estoy casi seguro que ni ellos ni sus seguidores, que serán, sin duda legión, estarían de acuerdo en aceptar la denominación. Los ricos, como el infierno, son los otros.
      El señor que se hace llamar Gran Wyoming, propietario de veinte inmuebles de cuyas rentas ("vosotros, rentistas...") obtendrá imagínese qué beneficios, a sumar a los que ganará con sus programas, ¿es rico?. De vez en cuando él alude a los ricos en términos que hacen suponer que él, por supuesto, no lo es. Él está en el lado correcto de la política, que le exime de algo tan desgradable como que le tilden de rico.
      ¿Era rico Mateo, el recaudador de impuestos? Claro, era menos rico que otros, pero seguro que muchos le considerarían rico. Unos son más ricos que otros, algo que no se puede decir de oscense, que o se es o no se es: su ejemplo es bastante tramposo.
      ¿Es rico usted? Alguno dirá que si sabe escribir correctamente, se ha podido permitir leer y pensar, y dispone de conexión a internet, entonces es rico.
      Si ser rico, a diferencia de ser oscense, es cosa de grado ¿a partir de dónde es difícil entrar en el cielo?
      ¿Tendrá que ver con cómo se han obtenido las riquezas, con para qué se usan y con el efecto que esa acumulación de riquezas pueda tener sobre las vidas de otros?

      Eliminar
    2. Vale. Me está usted diciendo que Jesucristo, puesto que habla (según el Evangelio que he citado) de "ricos", sin matices, era "bastante tramposo", por no aclarar que sólo se refería a aquellos ricos que usted está dispuesto a admitir como tales.
      Bueno, si eso le consuela... (Aunque, he de decírselo, a mí me parece un consuelo bastante pobre, la verdad. Claro que, según usted, ¿quién es pobre?).

      Eliminar
    3. No, su comprensión lectora nos ha fallado: digo que es tramposa su comparación entre rico y oscense.
      Se dice en el libro de los Proverbios: Señor, no me hagas tan rico que me olvide de ti, ni tan pobre que al tener que robar insulte tu nombre. ¿No le parece que claramente nos dice que hay una gradación en eso de rico o pobre?
      En la parábola de los talentos no se menciona que el padre, propietario, esté condenado por serlo.
      No contesta a ninguna de mis preguntas; entiendo que no le parece de interés el asunto. Buenas tardes.

      Eliminar
    4. Que hay gradación tanto en la riqueza como en la pobreza es obvio. No menos lo es que en lo que dice Jesús no se hace semejante gradación; no se dice que quien sea rico, pero sólo a partir de un cierto límite, difícilmente entrará... Con lo que hay que entender (no veo otra posibilidad en lo que Él dice) que cualquiera a quien pueda llamarse "rico" sin forzar o retorcer el término está en ese grave riesgo de condenarse. Citaba antes el Evangelio según San Mateo; en el mismo Evangelio, 6, 24, puede usted leer esto:
      "Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero."
      Es pues obvio que Jesús, contra lo que usted dice, NO se refiere a quien "sabe escribir correctamente, se ha podido permitir leer y pensar, y dispone de conexión a internet", ni tampoco a quien no tiene más que lo imprescindible para vivir, quien vive, por ejemplo, de un sueldo o una pensión mínimas, quien no tiene Dinero, con mayúscula, al que servir. Ni una ni otra condición le hacen a uno "rico" en el sentido en que Jesús lo dice. Ni tiene relación con lo que hablamos su ejemplo del libro de los Proverbios, porque es obvio que de ningún modo quien ha de robar para poder vivir está incurso en lo que Jesús condena. Puede desde luego condenarse (nadie está libre de ese riesgo), pero el motivo para ello NO sería, no podría ser, en modo alguno el de la parábola del camello y el ojo de la aguja; ése se refiere a los ricos que lo son porque tienen un exceso de dinero que puede volverles avariciosos y egoístas, no a quienes tienen conocimiento ni a quienes tienen solamente lo necesario para vivir.

      Eliminar
    5. Ahora estoy completamente de acuerdo con lo que dice. Muchas gracias por responder.

      Eliminar
    6. Gracias a usted por su comprensión y paciencia, tan valiosas como raras, y un saludo.

      Eliminar
  3. Animarse, fans de los Hillbilly Thomists, que "hay nuevo LP"!!!
    https://www.youtube.com/watch?v=i2RRz7w3s0g

    ResponderEliminar
  4. La verdad es que he seguido vuestros comentarios con mucho interés: me han resultado muy iluminadores.

    ResponderEliminar
  5. Es el asunto más susceptible a la demagogia, el más manipulable, y creo que como en cualquier asunto difícil, lo principal es reconocer el problema, formular las preguntas, y luego, abordarlo con alguna humildad. Me gusta la respuesta del amigo anónimo en su último comentario (a la última frase "ése se refiere a los ricos que lo son porque tienen un exceso de dinero que puede volverles avariciosos y egoístas" creo que no se le puede poner objeción, pero me temo que es más complicado: es evidente que hay quien considera que alguien que sabe leer, tiene tiempo para pensar, escribir, etc., es rico. En USA hay quien considera que quien es blanco es rico. Suele hablarse de privilegio, pero no hay diferencia, el privilegio siempre puede convertirse en riqueza.
    Me inclino ante la bondad y la valentía de Juan de Ávila, pero intento comprender a la Inquisición, en lucha contra los intentos -muy reales- de socavar la autoridad de la Iglesia. Me niego a entrar en el discurso progre de buenos y malos.
    Santo Roberto Belarmino fue uno de los que condenaron a Giordano Bruno a la hoguera, aunque su fama se debe sobre todo a haber sido quien se enfrentó a Galileo. Siendo un príncipe de la Iglesia, dio todos sus bienes a los pobres y murió en la miseria. No puedo aceptar que quien hace eso haya actuado defendiendo ningún tipo de prvilegio.
    Perdón por ser tan pesado.

    ResponderEliminar
  6. ¿Me atreveré a abusar de su paciencia? Para dorar esta píldora de mi pesadez e impertinencia, contaré un caso que es una de las grandes maravillas de la actual vida cortesana destos reynos, y aun me atrevo a creer que en ningunos otros se habrá oido otra tal:
    Hubo un gran hombre de la política, tribuno de la plebe, que un día, harto ya de los abusos de los ricos y poderosos, declaró que "no se fiaría de un político cuya vivienda costase 600.000 euros".
    Corriendo los años, aunque no muchos, viose nuestro héroe en coyuntura singularísima: la de mudar su vivienda y habitación a chalet en la alta sierra, cerca de la villa y corte de Madrid, y costando esta casa cantidad próxima... a 600.000 euros.
    Pero miremos de cerca este cuentecillo, por lo demás bien conocido del discreto senado: El político del partido del mal al que nuestro héroe afeó su acumulación, sin duda injusta y excesiva, de riquezas, era, así nos lo hacía saber nuestro héroe, un RICO, uno de esos que han de quedar bien alejados de los muros de la celestial Jerusalem. Ello no obstante, cuando es el que en buen hora nació quien compra casa de igual precio, ello no lo convierte, ni mucho menos, en un inmoral como el otro. ¿Cómo lo sabemos, siendo los dineros casi de idéntico monto?. Por reducción al absurdo: quien osare criticar al amado líder habría de ser una hiena de la ultraderecha, un canalla. Bendito, por tanto su nombre por siempre, que hay cosas que no nos es dado a los hombres comprender.
    Espero que qude ahora un poco más claro el motivo de mi pregunta: ¿qué es ser rico?

    ResponderEliminar