martes, 4 de enero de 2022

De Miranda

Después de Pancorbo, se nos ocurrió acercarnos a Miranda de Ebro, donde estudió mi padre. Casi sin buscarlo acabamos en el Colegio de los Sagrados Corazones.


Allí cerca habían arreglado los restos casi nulos del castillo reconstruyendo mínimamente para hacerse una idea, y habían puesto un pequeño jardín botánico. Desde allí se veía el Ebro, un señor río.

Ahí aprendí que Abrótano Macho no es una marca rara de colonia del franquismo, sino un nombre de planta. Allí estaba la planta femenina, que tenemos aquí también:

 
Había también esta Baya de nieve, muy navideña:


También había un Avellano Tortuoso. Corylus Avellana Contorta. Qué bien los nombres de las plantas. Por cierto, que, si se trata de contar grandes descubrimientos botánicos, fuimos al día siguiente al Mercado de las Torres, en Gamonal, y descubrimos de dónde salen las coles de Bruselas: no es del suelo, como pensaba yo, sino de ramas, son como brotes. Tremendo mundo este.

De allí queríamos ir a san Miguel del Monte, pero nos confundimos con san Juan del Monte: fuimos, vinimos, volvimos, preguntamos. Al fin llegamos. Era un antiguo monasterio de los Jerónimos:


Quedaban restos de la iglesia:


1 comentario:

  1. Me ha hecho gracia lo de las coles, pero gracia "amable"; claro, hasta que uno no ve las cosas, no tiene por qué imaginárselas. Y es verdad que la planta de las coles de Bruselas luce de lo más rara y contrahecha.

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