Estoy leyendo el proceso de beatificación de san Juan de Ávila*: hay muchas cosas repetidas, mucho formulismo legal, pero también mucho de interesante en sus 900 páginas. Algo iré copiando aquí.
Esto es del testimonio del Licenciado Alonso Díaz Reyes Carleval, en 1624. Era sobrino del Dr. Bernardino de Carleval, al que san Juan de Ávila se llevó a Baeza para su Universidad:
...que había hecho fundar el dicho Siervo de Dios [san Juan de Ávila] (...) otros colegios de niños de doctrina, y particularmente hizo fundar uno en esta ciudad [Baeza] al principio de predicación en ella que hoy florece, donde suelen acudir mil niños poco más o menos, porque hay un Rector, un Maestro de enseñar escribir, un Maestro de enseñar contar, Maestro de Alfabeto, Maestro de juntar partes y decorar y otros ayos que acuden al dicho colegio con niños de familias principales, donde se ha hecho y se hace mucho fruto, porque ha habido y hay Maestros de gran virtud, los cuales dichos Maestros enseñan de balde a naturales y forasteros porque hay salarios competentes para ello... (735).
Tan fácil como pagar a los Maestros: fue este un tema clave de la España de la Edad Moderna, pero mejor dicho, lo contrario: el maltrato a los maestros.
Y qué bonito lo de los nombres de Maestros, hasta ese "Maestro de juntar partes y decorar".
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*José Luis Martínez Gil ed., Proceso de beatificación de san Juan de Ávila, Madrid, BAC, 2004. He corregido la grafía, aunque he dejado el nombre Maestro con mayúscula, como aparecía en el texto.
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