lunes, 17 de junio de 2019

Poesía en la Ebau

La Ebau es el acrónimo nuevo de lo de siempre, la Selectividad o el Selectivo, esa prueba que aprueba casi todo el mundo y que pone de los nervios a profesorado y alumnos. Yo he vuelto a corregir este año y han aprobado casi todos, salvo los que hicieron un esfuerzo expreso por no contestar a preguntas como «Motivos mitológicos e históricos de la Guerra de Troya» o de no nombrar palabras a partir de los términos griegos ἀκούω (oír), μετά (cambio) y αὐτός (uno mismo). Yo creo que muchos de los que me leéis, sin saber nada de griego podríais sacar al menos un dos. Bueno, pues hubo dos alumnos que consiguieron sacar menos: quizá es que protestaban por algo.

Lo bueno, desde el punto de vista poético, es que la mayoría hicieran sus exámenes bien. Luego además he encontrado algunas joyas escondidas, por ejemplo dos definiciones muy buenas de metafísica:
Metafísica: la física más trascendental que no se puede comprobar.
Metafísica: física que estudia los cambios.
Esto se lo das a Parménides y te hace otro poema filosófico. Pero el colmo fue una palabra que pusieron para meta-, que me llevó a abismos de autorreflexividad: Metafilosofía.

La metamorfosis será un fenómeno biológico, pero la poesía ve dónde es más verdadera:
Metamorfosis: Cambio que sufren las mariposas.
Con Autonómico hicieron poesía satírica:
Autonómico: Algo que va por libre.
Y así, Autónomo no es un término de teoría política, sino susceptible de definición pesarosa pegada a la actualidad:
Autónomo: Persona que dirige su propia empresa.

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