lunes, 20 de mayo de 2019

Un tríptico nazaritante

El sábado era gratis y eso me sirvió de excusa para volver al Museo de la Catedral, que ya me sé de memoria. Lo único nuevo era ver restaurado un tríptico de un autóctono, Juan Luis López, de los años 20 del siglo XX, que había visto de refilón en algunas fotos de periódico. Y las fotos de refilón ya sé a qué se deben: está bastante estropeado y en realidad no es para tanto, aunque de lejos hasta da el pego.

Me habían dicho a la entrada que no se podía hacer fotos, pero yo consulté mi conciencia, que no me arguyó nada en contra de ello, pensando en vosotros, mis pacientes lectores. Aquí os va una foto:


Si os parece borroso, en parte es culpa de la foto y en parte de que es así. Por ejemplo, de san Francisco de Asís solo queda la cara original. La otra es santa Isabel de Portugal, porque son dos santos peregrinos (presuntamente) a Santiago y el tríptico iba para la capilla de Sancti Spiritus de la Catedral. Fijaos en que tras santa Isabel está el Pórtico de la Gloria, pero como abierto al campo, al revés de como está, abierto al interior de la Catedral.
La tabla central de Pentecostés tiene como atisbos de Italia, al menos lo pretende. A mí me hizo ilusión tener algo así aquí, porque me había leído hace unos días La hermandad prerrafaelita, el primer libro, o folleto, que publicó Evelyn Waugh, sobrino lejano de Holman Hunt, por cierto. Ahí volví a recordar que lo de prerrafaelitas quiere decir «pintores que rechazan el academicismo que se instaló entre los seguidores de Rafael», que luego siempre se me olvida. Este cuadro no es nada prerrafaelita, ni siquiera nazareno, pero vale, si lo miras con cariño, mal no está.

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