miércoles, 27 de junio de 2018

El viaje a Burgos 7

La mañana del domingo nos acercamos a una exposición de tapices de la Catedral.
La disfrutamos mucho. Yo antes miraba un poco de paso los tapices, casi sin verlos, pero ahora me fijo, porque veo que los de arte se fijan mucho en ellos (es broma).
La exposición, en vez de abrumar con los setenta que tienen, había limitado el número a siete. Estuvimos casi una hora, siguiendo las explicaciones de una chica muy maja y muy sensata.

El primer tapiz era la parábola del hijo pródigo. Aquí le veis abrazado por su padre:


He encontrado una foto de todo el tapiz. Nos señalaron que no está muy jerarquizada la narración y la verdad es que no: habría que poner un sistema de flechas para explicar todo el proceso de la parábola. El hijo abrazado por su padre está abajo a la derecha:


La vegetación era todo un muestrario:


La foto de este otro, de Cleopatra cuando le cuentan que ha muerto Marco Antonio, la saco de aquí:


Esto es la esquina derecha:


Mirad qué columna de mármol tan aparente:


Nos hablaban de las orlas, de cómo se fueron complicando. En esta se ve a una diosa en un carro. Muy simpáticos los caballos:



Había un tapiz con el tema de la esperanza y he encontrado una foto buena:


Arriba a la izquierda los tres jóvenes del Libro de Daniel en el horno:


El único tapiz del XVII era Dios con Adán, este a punto de dar nombre a los animales:




Un rinoceronte como el de Durero:


Aquí entre los otros animales


Un ave zancuda que come víboras, y un pez gordote:

No hay comentarios:

Publicar un comentario