miércoles, 29 de noviembre de 2017

De vuelta de Baeza

Esta entrada última la escribo casi por amor a la simetría, porque no pasó casi nada.
El viaje de vuelta duró otros mil kilómetros, pero esta vez paré en Valladolid: llegué, comimos, tomamos café y me fui.
Hasta Valladolid iba con uno de los participantes en el Congreso. Nos dio tiempo para ponernos al día, mientras cruzábamos la Mancha, la M-40 y la provincia de Segovia (creo que es la primera vez que veo Cuéllar, aunque también en este caso, de lejos).
Luego, solo, estuve oyendo un programa de RNE sobre Félix de Azara, personaje tremendamente interesante, naturalista importantísimo pero a la vez desconocido casi. Yo había leído cosas de su hermano José Nicolás, al que este casi ni conoció. Por la diferencia de edad no coincidieron en casa de pequeños y casi se encontraron por primera vez en Barcelona ya mayores, en una ocasión en la que pudieron pasar dos días juntos.
Luego la emoción la puso decidir qué salida de la autovía de las Rías Bajas entre Zamora y Galicia llevaba a una salida cercana para echar gasolina y cuál escondía un recorrido de kilómetros hasta un sitio perdido, mientras la luz de la reserva era como una ruleta rusa (esto último lo pongo por ponerme emocionante): salí en Padornelo, en una gasolinera solitaria pero sin desviarme, por suerte, mucho.

2 comentarios:

  1. Gracias por recomendarnos este programa sobre Félix de Azara, tan desconocido. Su retrato por Goya es uno de los mejores de este pintor.

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    1. Sí, gran tipo.
      Por cierto que ya tengo el último volumen del SPP.

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