miércoles, 18 de octubre de 2017

Bordeando la costa

Aprovechando el puente, me acerqué un día a la costa da Morte a charlar con unos amigos. Sabía que estábamos muy de acuerdo en "lo de Cataluña", pero no nos vino mal poder hablar de ello con tiempo por delante. También me gustaría hacerlo con alguien que me contradijera (pero con argumentos, por favor), pero estos días me apetece poco, la verdad, discutir con los que se han instalado en una realidad alternativa.
Hasta Noya, la línea recta de Santiago con el mar, todo parece subida, pero llegas al punto más alto y es desde ahí de donde se puede ver, a lo lejos, como una ensenada con un montículo en un lado y un brazo de tierra por el otro. Ese día parecía que habías llegado a los Puertos Grises con Frodo y Bilbo. No sé si era la bruma, el sol de un día maravilloso (pero el sol en Galicia se paga: es mejor que llueva, como ahora, gracias a Dios) o el color del mar, entre azul y verde.
Me gustó mucho el recorrido por la costa a partir de allí: O Freixo, Abelleira, Muros, Lira, Carnota. Es de las zonas mejor cuidadas de Galicia. Vas pegado al mar. No hay mucha gente. Es el mar y casas sueltas.

Recordando esa tarde, se me ha ocurrido una propuesta, no para Cataluña, sino para toda España: que en la educación prioricemos lo antiguo. Lo voy a explicar:
Se discute ahora sobre la enseñanza de la historia en Cataluña. No creo que sea sólo cuestión de quién la da y con qué sesgo y si adoctrinar o no y menos si enseñar a pensar o no (en esto la crítica de Ferrán Caballero es perfectamente pertinente). Lo que yo propongo es que cambiemos el sesgo: en vez de poner el foco en lo contemporáneo, pongámoslo en lo antiguo.

-En Historia: estudiar Historia de la Grecia clásica, a partir de Heródoto y Tucídides básicamente. Luego se podría estudiar la Guerra Civil de César. Y ya.
-En Arte: Arte griego y romano (a los progres les dejaríamos sólo unas horas de arte chino y japonés clásico) y luego lo que viene a continuación hasta el siglo XVIII como muy tarde.
En Literatura: literatura griega y latina. Y si hay tiempo, literatura medieval (y ahí entrarían las Cantigas y Ausias March),  y mucha literatura renacentista y lo que diese tiempo de la barroca hasta el XVIII como límite último.

Diréis: claro, estás tirando para tu corral. Sí, pero es lo que se hizo en Europa hasta el siglo XX. Mirad los resultados de lo contrario: Rufián, Iglesias, Errejón, Colau. Levy, Maroto.

16 comentarios:

  1. Sería muy interesante tratar de convertir este tipo de proyectos en realidades, al menos en el ámbito de la educación privada. Aunque me temo que la dificultad no estriba sólo en una cuestión económica: también habría que salvar muchos escollos legales y lidiar con inspectores ideólogos y burocratizantes.
    En cualquier caso, a mí me encantaría que fueras el director de la educación de mi hija.

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    1. Sé que mi propuesta no tiene ningún futuro, pero para eso tengo este blog. A ver si tu hija se encuentra con un mundo que mejore la educación que ha habido hasta ahora.

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  2. Muy interesante reflexión. AL hilo de esto, de una manera paralela podría ser interesante alguna entrada en la que se diera alguna recomendación bibliográfica. Evidentemente un tema tan vasto no se resuelve con tres o cuatro libritos, pero sí que estaría bien una pequeña guía de textos introductorios al tema para los más o menos neófitos.

    Saludos.

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    1. Mi idea era señalar que se puede cambiar la perspectiva: de poner el foco siempre "en lo contemporáneo" (historia, literatura, arte) a lo clásico. Por eso ponía a Tucídides como ejemplo de lo que podríamos aprender ahora de su descripción de la Guerra del Peloponeso.

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  3. Sería fantástico, pero me da a mí que no te haran caso. Una bibliografía seleccionada, Angel, y me pongo por mi cuenta... ; )
    Eso sí, prescindo de chinos y japoneses...

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    1. Bueno, ya sabes que me gusta mucho lo chino y lo japonés, asó que no prescindas de ellos. Quería resaltar la centralidad que tiene el mundo antiguo y que el centrarlo todo en "lo contemporáneo" es una manera de convertir las artes en víctimas de simplificaicones ideológicas.

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  4. Ahora en serio: ¿no sería posible organizar nuestra propia y humilde Universidad en la red?

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  5. En EEUU he descubierto un par de universidades con un sólo programa académico que básicamente consiste en leer "great books". En un principio tenía mis dudas, pero este artículo (un tanto largo) me convenció: http://www.theimaginativeconservative.org/2017/03/college-unique-universal-st-johns-college-eva-brann.html

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  6. Sí, hace tiempo que lo vengo admirando. Me dan mucha envidia.

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    1. No sé qué "great books" serán ésos. Existe, sin embargo, traducción española, de un libro de David Denby ("Los grandes libros"), cuyo tema es precisamente el relato en primera persona de alguien que, muchos años después de su etapa universitaria (en Columbia), decide volver a sus aulas para inscribirse en dos cursos justamente basados en eso, en "Great Books". Figura en el texto la lista de lecturas propuestas; aproximadamente una cuarta parte son autores de los siglos XIX y XX.
      Es una proporción que, personalmente, encuentro muy razonable; pienso que conocer lo contemporáneo, lo que hacen o han hecho personas que viven o han vivido nuestra misma realidad (que no es la del siglo XVIII, y mucho menos la de la Roma clásica) es muy recomendable, y creo que tenía razón Dámaso Alonso al decir que siempre desconfiaba de un crítico "si le veo vuelto de espaldas a la poesía viva, manante".
      Por otra parte, la lista que cierra el texto está claramente sesgada, y puede fácilmente hacerse otra de personas que, nacidas a fines del XIX o ya en el siglo XX, y por tanto habiéndose formado con un plan de estudios que no excluía lo moderno, no son tan fáciles de criticar o descartar, desde (digamos) Fernando Pessoa o Eliot (nacidos ambos en 1888) en adelante.

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    2. La discusión se está complicando. Yo, para soslayar la discusión sobre la instrumentalización de la historia en las escuelas de Cataluña, proponía cambiar el foco: en vez de poner el peso en lo contemporáneo (Historia contemporánea, Arte contemporáneo, Literatura contemporánea en 2º de Bachillerato), centrarse en los clásicos, por ejemplo estudiar a Tucídides en vez de la Transición .
      Aquí salió el tema de Los Grandes Libros, algo del ámbito universitario. Tal como leí de Saint John, abarca desde los clásicos a los clásicos contemporáneos.
      No es que yo me niegue a valorar el siglo XIX y XX, es que no creo que sea ese periodo el que tenga que estar en el centro de la educación no universitaria.

      Mi lista final era perfectamente sofista, es verdad. Me hace gracia la mención de Eliot, que era muy buen conocedor de lo clásico y que me imagino que estaría de acuerdo conmigo respecto a poner el foco en la Antigüedad.

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    3. Yo supongo que Eliot, efectivamente, gustaría de "poner ese foco". Pero hacerlo no supone descartar lo moderno, que él conocía bien. Pienso, como ya dije, que esa proporción (tres cuartos para lo antiguo, entendiendo por tal hasta el siglo XVIII inclusive, y uno para lo moderno, desde el siglo XIX en adelante), es perfectamente defendible.

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  7. Ángel después de tantísimo tiempo sin pasearme por tu casa, me encuentro con esta entrada tan sabia en pleno huracán por "lo de Cataluña" (que, aparte de triste, ya es aburrido). Me temo que nadie va a seguir tu criterio en cuanto a los contenidos, pero yo también me apunto -caso de llegar a fundarse- a esa "universidad paralela". Como madre me preocupa mucho el asunto: la "ideologización" en las aulas es tremenda, por no hablar de la fiebre por el inglés... vamos a hacer una panda de analfabetos bilingües. Un abrazo

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    1. Un saludo muy cordial, Verónica. A ver si vamos cambiando poco a poco las cosas en el ámbito de la educación

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