Hablar sobre Gómez Dávila con sentido

Vi recomendado un programa y como no podía gustarme más el título genérico del espacio (Platón regresa a la caverna; eso no se le ocurre a un departamento de marketing ni en mil años), lo oí.

En ese programa dedicado a Nicolás Gómez Dávila había tres invitados: José Miguel Serrano, que se centró en lo biográfico y explicó muy bien el proceso de escritura de sus textos; Juan Bautista Fuentes fue el más provocativo, el que lo criticó, el que puso en cuestión el fondo y la forma, discutiendo que el recurso al aforismo puede llegar a ser algo propiamente filosófico. El tercero es el primer editor español de los Escolios, algo por lo que le tenemos que estar muy agradecidos, aunque a mí, oyéndole, lo que me apetecía era darle capones por alejarse continuamente del micrófono (y por trufar su conversación de cosas como la verdad y el des-velar de Heidegger, que me lo sé hasta yo).
Un gran programa, al final, una maravilla, una rara avis en España. Les deseo a los que hacen el programa, que acaba de empezar, mucha suerte.

Y como esto es como las cerezas, que salen de dos en dos, por esos mismos días vi esta conferencia de Fernando Muñoz. Lo de menos es la calidad de la imagen, lo de más es lo fascinante que es su conferencia, primero con cuestiones más generales (y por cierto que acude al puntillismo para justificar que hay un verdadero sistema de pensamiento en Gómez Dávila) y luego con una teoría sobre lo antropológico y lo histórico bien interesante, aunque a mí -tan tomista- me asaltan unas cuantas preguntas y perplejidades (sobre si el espíritu es material, sobre qué es entonces la trascendencia, sobre si se pasa en lo apofático respecto a Dios). Pero merece muchísimo la pena. Al final hay media hora de conservación y preguntas, interesantísima: