lunes, 20 de abril de 2015

De Bautizo

Era el tercer niño y el tercer bautizo: el primero fue en Santiago (tengo un gran recuerdo de él), el segundo, ya en Lugo y este también allí.

Otra vez llegué con más tiempo del que pensaba, otra vez me fui al Museo de Lugo y en los diez minutos que tuve otra vez hice fotos, esta vez de lo que había en el Claustro (es el antiguo convento de san Francisco), por ejemplo esta adoración de los magos*:



También esta vez (pero más que la segunda) el rito me pareció especialmente alegre. En el primer bautizo yo estaba en modo lúgubre y sobre todo veía lo que tiene de muerte.

Salimos y había gente disfrazada de romanos y celtas (en Galicia todo el mundo se está disfrazando todo el tiempo por todo tipo de motivos) y yo le hice una foto a un edificio:



La conversación de la comida fue bien agradable e interesante, como las otras dos veces. Bebí más Albariño del que debía, pero bien.

Nos fuimos luego a lo que yo pensaba que sería un cacho tierra con dos grelos que han comprado hace poco y que resultó ser una finca preciosa, donde los tres niños van a poder disfrutar un montón: me dio mucha alegría imaginarme eso, esa alegría entre los árboles, las hortalizas y las flores.


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*Me lanzo a la piscina y digo que es del XV o incluso del XVI, aunque sigue el esquema archirrepetido desde el XIII (al menos en Santiago). ME lanzo a la piscina, porque carteles con información no había.

1 comentario:

  1. ¡Ah, el Albariño! Cuando estuvimos, hace años, en Cambados no pude, durante un buen rato, ni levantarme de la mesa debido al Albariño, al calor, al pulpo y al verano. En fin. La foto del edificio, como bien sabes, recuerda al Flatiron. En realidad parece que todos los edificios del mundo en triángulo recuerdan a ese.

    Un abrazo ya primaveral, por fin.

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